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Comidas y bebidas

El nuevo beaujolais está aquí

Iván Hernández, con los nuevos beaujolais, en Casa Laure.

En Francia prevalece el viejo dicho de que si se va de norte a sur con el Poully se acaban los grandes vinos de Borgoña. El Beaujolais es otra cosa, más bien parece salpicado por el Ródano; se trata de un vino fresco, franco y directo. No hay que juzgarlo por más de lo que él mismo sugiere. La verdad es que nunca ha sido un borgoña por mucho que pertenezca a la Borgoña vitícola, que abarca el extremo septentrional del departamento de Saône-et-Loire. El Saona precisamente establece la frontera este del territorio de Beaujolais, que al sur se extiende hasta los montes del Lionés.

Vale no es un borgoña, pero ningún otro vino francés es tan popular ni ha destacado tanto por sus operaciones de marketing en casi todos los lugares del universo. Por estas fechas hace ya mucho tiempo que no resulta raro, en cualquier lugar del mundo, brindar por la nueva cosecha que arroja soplos carbónicos por doquier. La primera irrupción de este vino joven la vivió París en 1968. Hasta ese momento los únicos escaparates de bistrots que anunciaban con trazos de tiza la llegada, el tercer jueves del mes de noviembre, del primeur eran los de los bouchons lioneses: “Le beaujolais nouveau est arrivé!”. Luego, el popular vino entraría en la capital francesa unos meses después que las barricadas de mayo.

Una buena parte de los beaujolais nuevos deben beberse antes de que llegue el verano, en unos pocos meses. Sin embargo, también existen los crus, la modalidad realmente más auténtica del terroir, que pueden envejecer más de un año en la botella y ofrecen mayor calidad y estructura. El precio, en estos casos, es más alto que los cinco, seis, siete u ocho euros, de los nouveau. Los beaujolais villages, amparados por la AOC, están sujetos a unas normas de calidad parecidas a las de los crus. Se producen en una treintena de pueblos de los departamentos del Ródano y de Saône-et-Loire, que mantienen los derechos a esa mención. Mientras que la gamay ofrece, por lo general, vinos afrutados, simpáticos y de poca consistencia, cuando se cultiva a más altura, los casos de las comunas de los villages, el suelo granítico permite mayor cuerpo y una pigmentación superior en cuanto a intensidad de color. Frente a la aristocrática pinot noir, la uva gamay desempeña un papel productivo. Sirve para nutrir los beaujolais y también se emplea en el Mâconnais para la elaboración de los vinos fuertes y cerrados que caracterizan a la zona. Inicialmente, en el siglo XIV, fue una cepa rechazada en Borgoña, donde el monarca Felipe el Atrevido la calificó de “planta desleal” y ordenó que la arrancasen. Algunos expertos siguen calificando de “bastardos” todos los vinos que no proceden de suelos graníticos. En la AOC Beaujolais tienen también derecho adquirido las pinot noir y gris, para los tintos y rosados. Mientras que los blancos se nutren de la chardonnay y la aligoté.

Arroz con menudillos de ave.

Fueron los ingenuos y tiernos beaujolais, de maceración carbónica, los que Iván Hernández, de Casa Laure, descorchó a puerta cerrada el pasado miércoles en su restaurante de la plaza Trascorrales para celebrar una tradición que es poco menos que universal. Y también un par de botellas de Villages, de Mommessin, de Dominique Piron y de Christophe Pacalet, y los villages de Joseph Drouin y de Louis Jadot. Los primeros ideales para chatear sin más y en un picoteo, los segundos robustecidos para acompañar, por ejemplo, platos de caza de pluma o el estupendo y suculento arroz con menudillos de ave que Casa Laure ofreció para la ocasión. El arroz fue precedido de una insuperable tortilla de patata, patacones con lengua de ternera, las empanadillas colombianas de Paula y un bacalao confitado. Todo certezas en la mesa.

Tortilla española.

SELECCIÓN DE VINOS

Beaujolais Nouveau Christophe Pacalet 2021

Uno de los mejores beaujolais nouveau que recuerde haber bebido. Fresco, vivaz y aromático. De color violáceo claro, limpio. En la nariz deja recuerdos de fresa, grosella y pan fresco recién horneado. En la boca resulta delicado y con un toque picante, fruto de la maceración carbónica. Taninos finos y aireados. El precio es de alrededor de 8 euros la botella. 

Beaujolais Villages Nouveau Joseph Drouhin 2021

Exuberantemente afrutado y suave. Este beaujolais flexible y agradable de beber es un producto típico de la productiva uva gamay que crece bajo la denominación Villages. Tiene un color púrpura brillante y una nariz sutil con notas de cerezas y frambuesas. En la boca es fresco con los mismos recuerdos de fruta que se perciben olfativamente. El precio de la botella ronda los 9 euros. 

Beaujolais Villages Primeur Louis Jadot

Louis Jadot es uno de los productores de vino históricos y prestigiosos de Borgoña tanto para blancos como tintos. El fundador de la bodega y antepasado de los actuales dueños llegó a Beaune desde Bélgica a finales del siglo XVIII y compró varios viñedos. Con el paso del tiempo ha producido en todas las demarcaciones. Su Villages Primeur es un vino muy fresco y afrutado, con notas alegres de fruta y buena acidez, con cierto cuerpo y estructura. El mejor de los catados en Casa Laure. La botella cuesta en torno a los 11 euros.  

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