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Un camino entre pucheros

El bisnieto abre gastrochigre en Berbes

El pulpo encebollado y las croquetas de espinacas son algunos de los platos del cocinero Diego Corteguera, de Casa Melín, que triunfan en el pueblo riosellano

El cocinero Diego Corteguera, a la entrada de su gastrochigre en Berbes (Ribadesella) Ana Paz Paredes

Cuando el bisabuelo de Diego Corteguera, el actual cocinero del gastrochigre y bar de tapas Casa Melín, abrió en Berbes (Ribadesella) un bar para atender a los mineros que trabajaban en la zona, posiblemente nunca sospecharía que en pleno siglo XXI uno de sus bisnietos se pondría al frente de la cocina de este local de pueblo, sencillo y amable, que abre sus puertas a una carretera por la que también pasan los peregrinos que van a Santiago de Compostela, por el Camino de la Costa.

Croquetas de espinacas, una de las especialidades de Casa Melín. Ana Paz Paredes

Tras la barra está Esperanza Rodríguez, madre del joven cocinero que se ha empeñado en hacer de este chigre, que durante un tiempo fue la sede de la asociación vecinal, un lugar donde además de platos tradicionales también se puedan comer otros más personales y distintos, con el toque innovador de un cocinero joven como es él. Diego se formó en la Escuela de Hostelería de Gijón y muy pronto se incorporó al mundo laboral.

El recuerdo a los mineros está muy presente en el gastrochigre de Berbes. Ana Paz Paredes

La zona del chigre sigue siendo tradicional, con una decoración sencilla donde se recuerda, en la pared, a los mineros en una gran foto en blanco y negro. No faltan nuevos detalles de color, fruto del cambio de escenario que le está dando Corteguera al local, donde llama la atención, por ejemplo, una librería. Cuenta también con un pequeño comedor con decoración moderna y luminosa, lo que hace que el gastrochigre tenga dos ambientes diferenciados.

Detalle del pequeño y coqueto comedor del gastrochigre. Ana Paz Paredes

Los viernes noche prepara un pincho especial para acompañar la consumición que concita allí a su clientela, mientras que sábados y domingos ofrece un menú con dos primeros, dos segundos y postres a elegir que va variando según el producto y cuyo precio oscila entre los 15 y los 20 euros.

Pulpo encebollado, uno de los platos con más demanda en el gastrochigre Casa Melín. Ana Paz Paredes

En carta, las elaboraciones con más demanda son el pulpo encebollado y las croquetas de espinacas, sin que queden atrás el variado de tortos, los chipirones fritos o a la plancha o la ensalada de tomate cherokee y ventresca de bonito. No faltan los callos, chorizos a la sidra, zamburiñas, patatas semáforo, una buena tabla de quesos asturianos, pastel de cabracho y calamares fritos.

Detalle decorativo en la zona del chigre. Ana Paz Paredes

Triunfan también los postres, con una variedad considerable, de tal forma que todo "llambión" que de tal se precie, lo tendrá difícil para escoger entre la tarta María Luisa, una de las de más éxito, seguida de la de queso, tiramisú, tarta de zanahoria, los berberiscos, tarta de la abuela y coulant de chocolate, elaborados por David Covián y Vanessa Corteguera.

Pulpo encebollao y croquetas de espinacas. Ana Paz Paredes

Dado que es un local pequeño, en fin de semana es necesario reservar en el 680589753. Cierran los miércoles por descanso.

Fachada del gastrochigre Casa Melín, en Berbes, Ribadesella. Ana Paz Paredes

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