Dependiendo de por dónde se entre a Pendueles, un pueblo precioso del concejo de Llanes, se puede ver en el lateral de una casa, asomada a la carretera, uno de los grafitis más guapos sobre la cocina astur que, justo por ello, sorprende al primer golpe de vista. Sidra, tortos y fabada se muestran en una pared con sus colores intensos en una de las paredes laterales del bar restaurante El Rincón de Pin, local querencioso y amable que abrió sus puertas en 2019 de manos de sus propietarios, María Inés Somoano Piñera y José Luis (Pin) Cuesta. Ella, nacida en Pendueles, y él, natural de Cangas de Onís.
Lo que antaño fuera vivienda, y a su vez bar tienda, lo reconvirtieron en un bar y restaurante donde lo que prima, junto con el trato cercano, es la cocina tradicional, el uso de los productos de la zona y los guisos con fundamento y buen pan para mojar. De ello sabe mucho Inés, quien muy joven ya se preparó para ello al estudiar y formarse en la Escuela de Hostelería de Llanes, trabajando posteriormente en algunos negocios antes de abrir el propio. Ella es quien está al frente de los fogones y es la artífice de lo que cocina y se guisa en ellos.
El otro cincuenta por ciento es su marido, Pin, autor de buena parte del trabajo de rehabilitación y acondicionamiento de este establecimiento y quien se ocupa de atender barra y comedor.
Durante la semana tiene un menú con tres platos a elegir en primeros, segundos y postres, que, llegado el fin de semana, por ser más especial, es a 18 euros y ofrece elaboraciones tan apetecibles como fabada, fabas con almejas, sopa de pescado, garbanzos con marisco, arroz tierra y mar, cabrito guisado, carrillera ibérica, ternera guisada, bonito y bonito en rollo en temporada y pimientos rellenos, por citar algunos.
En cuanto a su carta, son muy tentadores los tortos con huevos fritos, picadillo y quesu cabrales; pescados como el bocarte, xargu, lubina, cabra o cabracho; cachopo o algunos de sus platos combinados. En postres, citar el arroz con leche, tarta de queso, leche frita, torrijas y, cuando se tercia, unos borrachinos en salsa de sidra.
Aunque tiene una terraza estupenda donde se agradece comer con buen tiempo, su comedor, en la parte superior donde antaño estaban las habitaciones, no puede ser más acogedor, auténtico y singular. En fin de semana imprescindible reservar en el 686852642. Abren todos los días.