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La granola que desayuna España sale de Asturias

Pelayo Pérez decidió en 2016 hacer cereal tostado con fruta y ahora vende por todo el mundo desde Olloniego 30.000 envases al mes de La Newyorkina

Desayunos, meriendas y postres con la granola asturiana de Pelayo Pérez, combinada con yogur y frutas. | LA NEWYORKINA

Ha desayunado Pelayo Pérez esta mañana en la que se citó con LA NUEVA ESPAÑA una granola sin azúcar, un yogur griego y arándanos. A sus dos hijos de 4 y 6 años les dio lo mismo, pero la granola era de chocolate. Nada que ver estos dos desayunos con aquel "terrible" que le sirvieron a él y a su mujer, Esther Brun, en un hotel de Nueva York hace ya varios años. Salieron entonces ambos a la calle en busca de un lugar en el que poder empezar el día bien a la mesa. El lugar que encontraron les encantó, tanto que no olvidaron aquella maravillosa granola que tomaron por primera vez y que desde ese día, cada vez que hablaban de viaje y se acordaban de ella, la llamaban "la neoyorquina".

Estaba Pelayo Pérez de aquella embarcado en sacar adelante un proyecto empresarial, algo relacionado con la alimentación, pero no lo tenía claro. Y a la vuelta decidió que ya sabía qué iba a hacer: producir granola, una tan buena o incluso mejor que la que él y Esther habían probado en Nueva York.

Vaso de granola con yogur y frutas. La Newyorkina

Y así nació La Newyorkina. Una empresa asturiana pionera en fabricar granola en España y que desde su sede actual, en el polígono de Olloniego (Oviedo), lleva su producto por todo el mundo: Filipinas, Malta, República Dominicana, Grecia, Francia.... Venden unos 30.000 envases al mes. Son 10 en plantilla más tres empleados de apoyo externos. Hace un año estrenaron la gran nave en Olloniego porque la anterior, la segunda en la que se instalaron –empezaron en un pequeño obrador del negocio de hostelería que regenta Esther Brun– ya se les había quedado pequeña.

Hasta llegar aquí el camino desde 2016 ha sido largo, laborioso y exigente. No obstante, Pelayo Pérez empezó desde cero. Tan de cero que lo primero que tuvo que hacer fue aprender qué era eso de la granola, porque cuando él y su mujer la descubrieron en Nueva York les era completamente desconocida. "Por generación –él tiene 47 años– muchos crecimos desayunando cereales, pero el nombre de granola no era hasta ahora muy popular. El muesli se conocía más, pero no la granola", explica.

Pelayo Pérez, en su despacho, en Olloniego. FERNANDO RODRIGUEZ

Pues habrá que empezar por el principio. Es la granola un alimento formado por nueces y copos de avena mezclados con miel y otros ingredientes naturales. Todo debe ir al horno, tostarse, hasta quedar crujiente y que la mezcla esté suelta. La diferencia con el muesli, en líneas generales, es que este no se tuesta.

En La Newyorkina se estrenaron el mercado con una clásica: aceite de oliva virgen extra, pipas de girasol, avena y miel de Asturias. "Nuestra idea fue hacer granola de máxima calidad, cuidar al máximo los ingredientes: buena miel, buena aceite, buen fruto seco....", señala Pelayo Pérez. A día de hoy su granola original, la clásica, ha tenido que compartir ya protagonismo con otras muchas que hacen las delicias de los cada vez más aficionados a marcarse un desayuno rico, sano y capaz de suministrarle toda la energía necesaria para encarar una larga mañana de trabajo: "Dear Aretha" ha incluido el chocolate; "Pink" lleva fresas y chocolate blanco, y ha desterrado el gluten; y no faltan las destinadas a aquellos que quieren cuidar la línea, con una sin azúcar o las bio a base de coco y limón, y manzana... A todas las granolas les ha salido un competidor más: el "Overnights" que, explica su creador, "es algo similar a las gachas, al porridge inglés, que se hace durante la noche en la nevera, después de mezclarlo. A la mañana está listo para desayunar o llevar".

Es La Newyorkina asturiana la única en España especializada en la producción de granola, muy del gusto también de los deportistas. Entró en el mercado con presencia en pequeños comercios y tiendas gourmet, donde sigue. "El negocio pequeño y especializado es uno de los mejores escaparates, además suelen tener toda nuestra gama", explica Pelayo Pérez. Ahora también ha logrado colarse en los lineales de los supermercados (Alimerka, Masymas, Alcampo, Corte Inglés). "El día que uno de ellos nos aceptó hubo aquí fiesta", dice el ovetense. "Entrar es muy difícil. En nuestro sector, el de los cereales, competimos con las grandes marcas. No tenemos, además, un distintivo territorial ni tradicional, hacemos granola aquí como podíamos hacerlo en otro lado, y en ese sentido debes demostrarlo todo, entre otras cosas, que serás capaz de garantizar producción. Es todo un reto".

Su crecimiento ha sido progresivo y en los últimos años bastante rápido –la pandemia, en su caso, tiró de las ventas–, lo que hace Pelayo Pérez tenga la hoja de contabilidad permanente abierta en la pantalla de su ordenador y grabada a fuego en su mente. "Estamos muy contentos de cómo nos ha ido. Es trabajo, esfuerzo, pero no hay queja", concluye Pérez.

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