César Chozas está formado en la Escuela de Hostelería de Madrid y ya empezó a cocinar con 17 años, la misma edad en que, en un viaje, se enamoró de Asturias. Ahora es un reputado profesional de los fogones que, tras ejercer su profesión en diversos establecimientos de su Madrid natal, encontró por fin su lugar en la tierra en la que un día se prometió vivir: lo descubrió en Orlé (Caso). Ahí es donde encontró su rincón, al frente de los fogones y la gerencia del hotel y restaurante La Carasca junto a su mujer, la periodista asturiana Miryam Ponte, quien es el otro 50 por ciento vital de este emprendimiento rural que comenzaron ambos hace un año.
"Nos encontramos muy bien en el pueblo donde nos recibieron con los brazos abiertos. La gente viene a veces aquí a celebrar sus eventos. Por ejemplo hace unos días dimos una boda y próximamente, un bautizo. César tiene una formación muy sólida y experiencia también en banquetes y cócteles, de hecho estuvo un tiempo trabajando en Madrid en el Club de Campo dando bodas", señala Miryam. Y añade: "estamos encantados de que la gente del pueblo venga a La Carasca a reunirse, a disfrutar o a celebrar lo que sea".
Con el cambio de gerencia llegó también una oferta gastronómica diferente en La Carasca, con el sello y la firma de este profesional, hombre creativo que, sin embargo, nunca pierde de vista las raíces de cada plato que elabora. "Tanto César como yo considerábamos esencial trabajar con productos kilometro cero, de productores asturianos de primera calidad. Buscamos el mejor pitu caleya, la mejor ternera, el mejor pescado traído de la rula de Avilés; hortalizas y verduras de la zona, y así todo", explica ella en la terraza de su hotel restaurante, lleno de detalles y calidez que invita, irremediablemente, a quedarse.
No ofertan menú. Entre las elaboraciones más demandadas en carta están los arroces, como el "arroz que se come todo no queda nada", el de pitu caleya y verduras o el negro, solomillo de vaca madura con queso casín, la hamburguesa gourmet o el steak tartar; bacalao con alioli de miel, el pulpo a la parrilla o el rodaballo a la plancha con tempura de verduras. Junto a estos gustan mucho también sus croquetas caseras de jamón.
Tampoco se pueden dejar atrás elaboraciones tan apetecibles como las rabas con mahonesa de lima limón; el timbal de guisantes, huevo a baja temperatura y langostinos; el carpaccio de tomate, las costillas asadas a baja temperatura o la ensalada de mango, aguacate, salmón, langostinos y vinagreta de cilantro. Salvo las croquetas, toda la carta está pensada para que pueda ser disfrutada por los celiacos, como explica Miryam.
El postre rey es la torrija de brioche con manzana y dulce de leche. También se puede elegir entre la tarta de zanahoria, la de queso o el coulant de chocolate con helado de mandarina, entre otros.
Abren de jueves a domingos inclusive, para comidas y cenas. Con una capacidad para unas 40 personas, en fin de semana se recomienda reservar en el teléfono 602452509, pues no doblan mesas. También organizan todo tipo de banquetes y eventos.