Un camino entre pucheros
Parrillera por amor a las raíces
Cristina Remis del Hoyo apostó por su tierra y se puso al frente del bar La Tilar, en Meré (Llanes), donde las carnes a la parrilla, los tortos y las verdinas triunfan en la mesa
Han pasado rápido los cuatro años desde que Cristina Remis del Hoyo decidió ponerse al frente, en el precioso pueblín de Meré, en el interior de Llanes, de un local que, como tantos en Asturias, fue también en su día bar tienda: La Tilar.
Una razón poderosa fue su querencia por las raíces y su necesidad de vivir y trabajar en el concejo en el que nació y, a ser posible, cerca de casa, pues ella es de El Mazucu. En esta empresa navega junto al cocinero Pelayo Suárez Suárez, que además siempre cuenta, cuando es necesario, con los sabios consejos de la madre de Cristina, mientras que la que se ocupa con igual eficacia de la barra y comedor es Cristina Peral.
"La parrilla la llevo yo. Aprender me costaron unas cuantas costillas quemadas, pero tuve un buen maestro y, a día de hoy, es a lo que me dedico", dice Cristina Remis bromeando. Y añade, no sin cierto orgullo y sin dejar de sonreír, que "posiblemente sea la única mujer parrillera en Asturias".
En el bar parrilla La Tilar –que debe su nombre al árbol que frente a él, y como la protagonista de esta historia, echó raíces en Meré– no hay menú y sí una carta corta pero atractiva y generosa donde mandan la tradición culinaria y los productos locales.
Entre lo que más gusta a la parrilla están el entrecot, las costillas de cerdo, los criollos, el chuletón, el secreto y el lacón. Muchos seguidores tienen también los tortos, acompañados por huevos fritos y picadillo, o bien con quesu cabrales y cebolla confitada, sin olvidar la morcilla frita, las croquetas, una buena tabla de embutido asturiano o sus dos ensaladas: la de ventresca, tomate y cebolla roja, y la de cecina, queso de cabra y cebolla caramelizada.
Los postres no se quedan atrás, pues las tartas están hechas en cocina de leña: la de avellana, la de nuez y la de queso. Por encargo preparan corderu xaldu, así como verdinas con compango y pantruque, o bien con marisco. Los viernes, durante el invierno, tal y como reseña Cristina Remis, preparan una sopa de hígado que se agota con prontitud.
En invierno solo abren de viernes a domingo para comidas y cenas, además de festivos, puentes y Semana Santa. Julio y agosto, todos los días, y septiembre cierran los lunes. Con capacidad para 35 personas, se recomienda reservar en el 620596348.
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