Un camino entre pucheros
Cocina sabia y con raíz en Siero
La guisandera Maite Fernández, al frente del restaurante La Costana (Granda), es reconocida por su buen mano para la cocina tradicional asturiana sin que falte, a su vez, algún plato más personal en la carta de su establecimiento
"Yo nací en Granda, aquí vivo y de Granda me siento, aunque cuando tenía tres añines nos trasladamos a vivir a San Esteban de las Cruces, en Oviedo. Todos los fines de semana iba a buscarme mi abuelo Jesús y aquí venía para Granda, con mi abuela Benigna, viéndola cocinar en su bar Cuqui, que todavía sigue existiendo, el pote, la carne gobernada, las fabas, los arroces, en fin, lo que era habitual en un bar de pueblo", dice.
Sobre las personas que más le influyeron, y en donde le gusta reflejarse, cita Maite a su abuela y a su madre. "Ambas crearon en mi esta pasión por la cocina y por la tradición", explica con emoción Maite Fernández Díaz, cocinera del restaurante La Costana, en el pueblo de Granda, en Siero.
Es además guisandera de raza y, por ende, miembro del Club de Guisanderas de Asturias. Junto a ella y en la cocina tiene coo ayudante a su mano derecha, Violeta Abaria Corrada, también buena conocedora de la tradición culinaria asturiana.
Ella, que estudió Magisterio, apenas llegó a ejercer en cuanto entró a trabajar en el gremio hostelero tras casarse con Antonio Paradelo. "En el restaurante El Panduku, apenas a un kilómetro de aquí, ayudaba en la cocina a mi suegra y a mi cuñada, Gloria. Esta última también está en el Club de Guisanderas como yo", dice con cariño. Fue el 23 de febrero de 1999 cuando junto a su marido, abrieron su propio restaurante, La Costana, a pie de carretera, un local amplio, decorado con gusto y querencia por Asturias, donde su cocina tradicional tiene sobrada fama sin que, además, falten también algunos platos más innovadores.
Tiene menú diario y otro de fin de semana. En este último y a 25 euros ofrece elaboraciones muy apetecibles. Entre algunos de los platos con más demanda, tanto en el menú como otros que tiene en carta, cabe citar, por ejemplo, los pimientos rellenos de manos de cerdo, la menestra, los chipirones afogados, corzo guisado con patatinos, el rollo de ternera y el pulpo "Costana" a feira.
No faltan el pote, los callos, la fabada o los arroces como el marinero o con caza, la ensalada templada de bacalao sobre juliana de lechuga y manzana. Y en pescados, por ejemplo, el lomo de bacalao a la asturiana o la cola de rape a la plancha con crujiente de ajo. También hay platos veganos donde triunfan las verdinas con piñones e hinojo, los pimientos del piquillo rellenos de verduras o los cachopines de setas con verduras y cebolla confitada.
En postres caseros, es la felicidad de los llambiones. Imposible resistirse a sus casadiellas, el arroz con leche, los frixuelos rellenos o el helado de turrón, uva e higos. En fin de semana se recomienda llamar y reservar en el 985 79 24 42. Tienen buen aparcamiento y zona de prao con parque infantil. Cierran los martes.
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