La casquería no tiene secretos para Montse
La candamina y su marido llevan 13 años al frente del bar El Manantial, en la villa de Grado, un local con mucha historia donde también triunfan las gambas al ajillo, la tortilla de bacalao y los morros de ternera

Montserrat Alonso Rubio y Juan Iglesias Rubio a la puerta de su bar El Manantial, en Grado. / Ana Paz Paredes
Desde bien temprano anda Montserrat Alonso Rubio en la cocina, entre sartenes y cacerolas, que los habituales son madrugadores y no pueden faltar, para quien la pida, algunas de sus tapas y raciones más conocidas. Y especialmente si es día de mercado pues, como quien dice, lo tiene a la puerta al igual que una estupenda terraza donde, llegado el buen tiempo, se disfruta aún más lo que sale de sus fogones.

Detalle del interior, con su pequeño y acogedor comedor. / Ana Paz Paredes
Junto con su marido, Juan Iglesias Rubio, también de Candamo, se pusieron al frente de este emblemático bar de la Villa hace casi 13 años, optando por mantener una oferta culinaria similar y que le dio fama a los antiguos dueños, Esteban y Pilar, que lo abrieron allá por 1948. Ya entonces cobraron fama, entre otras elaboraciones, los callos, los morros de ternera, las manos de cerdo o la lengua estofada, sin olvidar unas buenas chuletas de ternera con patatas fritas.

Tortilla de bacalao y gulas. / Ana Paz Paredes
El Manantial es un barín pequeño y afayadizu, con una zona de barra que pronto desemboca en un comedor con cinco mesas con capacidad para unas 20 personas. Bien es cierto que, cuando luce el sol, su clientela prefiere tomar el vermú y comer en la terraza, lo cual no es de extrañar y sobre todo ahora, que acaba de llegar la primavera, y disfrutar de algunas de sus platos de casquería por los que es sobradamente conocida.

Detalle en el interior del local. / Ana Paz Paredes
"Aquí mantuvimos la línea que siempre tuvo el bar y, la verdad, es que viene mucha gente por la casquería, que es una de nuestras especialidades", explica con una sonrisa esta mujer que, sin duda, disfruta en la cocina y lo traspasa a lo que prepara con mimo y sabiduría para sus clientes: Callos, manos de gocho, morros de ternera, lengua estofada o hígado encebollado son algunos de sus platos con fama. Ahora bien, hay otros que, fuera de esta categoría, no se quedan atrás.

Hígado encebollado. / Ana Paz Paredes
Tal es el caso de las gambas al ajillo con patatas, los tropezones de adobo con patatines y pimientos, las croquetas de ibérico, la ensalada Manantial, los mejillones en salsa picante o su famosa tortilla de bacalao y gulas. Citar también el cachopín Manantial en salsa de Ibéricos, la carne guisada con patatinas o su "Candamo en el Plato", con adobo, chorizo, huevos y patatas fritas.

Morros de ternera, otra de las especialidades de El Manantial, en Grado / Ana Paz Paredes
En cuanto a postres, en Semana Santa estará la torrija especial con helado además de su tradicional arroz con leche; cuajada con miel, tarta de queso con mermelada de fresa o la tarta Nutella. Y todo ello en tapas o raciones. No tiene menú.
Cierran los lunes por descanso. En fin de semana, se recomienda reservar en el 985750004.
Antes o después de comer en Grado
Días de mercado

Mercado de Grado. / Ana Paz Paredes
Grado cuenta con dos mercados, uno el miércoles y otro el domingo, donde no faltan los productos del campo, además de ropa y complementos.
El molín de la peña

El molín de la peña / Ana Paz Paredes
Es una de las joyas etnográficas del concejo, está muy cerca del Puente de Seaza. Data de antes de 1800. Fue restaurado con cariño por su dueño.
La ruta de las ayalgas

Baselgas / Ana Paz Paredes
El hórreo y la panera superior pertenecen al pueblo de Baselgas, a donde llega, después de pasar por otros saliendo de Grado, la ruta de las ayalgas.
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