Retornar de las vacaciones estivales y comenzar la rutina otoñal no es fácil. Por un lado, porque la economía se resiente tras los excesos veraniegos. Y, en ocasiones, también la báscula. Aunque el próximo verano parece que aún está lejos, este inicio del mes de octubre es la mejor época para comenzar la puesta a punto del cuerpo, tanto interna como externamente. Y todo esto pasa por una buena alimentación y unos hábitos de vida saludables.

La mentalización de que se va a introducir un cambio importante en la rutina diaria es fundamental. Y también acudir a un dietista-nutricionista, el mejor guía para que la pérdida de peso sea efectiva, permanente y saludable. De sobra es conocido que las denominadas "dietas milagro", las cuales prometen una rápida bajada de kilos en poco tiempo, no son eficaces. Las restricciones alimentarias, más tarde o más temprano, siempre traen problemas.

Por todo ello, es importante que si se quiere perder peso y remodelar el cuerpo se haga deporte de forma regular. Y se recurra a un centro profesional donde se realice un completo estudio de la composición corporal de la persona y de su gasto energético. A partir de los resultados obtenidos se le diseñará un plan personalizado que variará semana a semana -para que el paciente no caiga en la monotonía y abandone el plan- y con el que se lograrán unos estupendos resultados.

En los mejores centros esta dieta alimenticia es revisada por un programa informático para asegurar que todos los datos del cliente están correctos y que no es necesario recurrir a ningún tipo de suplementos vitamínicos o nutricionales. Se comprueba que es rica en todos los nutrientes que necesita el organismo. Cada siete días el paciente recibe su "planning" semanal, en el cual se incluyen diversas recetas para elaborar los platos propuestos en los menús que se le entregan y una lista de la compra con los productos que debe adquirir en el supermercado, para evitar las posibles tentaciones a la hora de ir a la compra. Además, se le facilitan unas pautas a la hora de elegir la comida o la cena si en alguna ocasión debe hacerlas fuera de casa, algo bastante frecuente hoy en día, teniendo en cuenta el ritmo de vida tan ajetreado que lleva mucha gente causado por las necesidades laborales.

Esta dieta personalizada que elaboran los dietistas-nutricionistas permite obtener los nutrientes necesarios para adelgazar con salud. Incluye alimentos de todos los grupos y es rica en hidratos de carbono (pasta, arroz, patatas, etcétera), ya que las dietas hipocalóricas que excluyen este tipo de alimentos suelen tener un claro "efecto rebote", es decir, al abandonarlas se recuperan rápidamente los kilos perdidos. O incluso alguno más.

Para mejorar los resultados de la dieta los mejores profesionales recomiendan combinarla con un poco de ejercicio físico, ya que éste permite incrementar la masa muscular. Con el deporte la grasa se transforma en músculo y el aspecto corporal es, estéticamente, mucho más atractivo.

Los pacientes que siguen este completo régimen elaborado por dietistas-nutricionistas titulados suelen perder entre medio y un kilo por semana. Una vez que se finaliza la dieta hay que seguir unas pautas de mantenimiento para garantizar que los resultados obtenidos se mantengan a largo plazo. Este paso, para muchos, es el más complicado, ya que en ocasiones temen recuperar peso al volver a su alimentación anterior. Estos consejos de mantenimiento deberían seguirse de por vida, porque responden al saludable y recomendable esquema de la pirámide alimentaria.

Las dietas supervisadas por dietistas-nutricionistas siempre merecen la pena. Mantener un comportamiento relajado ante la comida es el primer paso. En segundo lugar se debe pensar en la comida de un modo racional, sin obsesiones y sin entrar en comportamientos compulsivos, que no ayudan, sino todo lo contrario.

Todos los profesionales del sector coinciden a la hora de advertir que una dieta debe ser diseñada por un dietista-nutricionista para asegurar que esté adaptada a las necesidades nutricionales de la per sona. Con la salud, evidentemente, no se juega.