Estamos en una época en la que muchos se exceden después de haber cuidado durante los primeros del año buscando cualquier rutina para adelgazar. No obstante existen muchas recetas ideales para cuidarse y disfrutar de los pequeños placeres de la vida.

Pues esta es una de esas recetas de aprovechamiento para darle salida precisamente a alguno de esos plátanos que tiene un aspecto feo pero conservan un sabor intenso, evitando además esta textura en crudo que no es la que más le beneficia. Muy útil en un país que tiene el plátano entre las frutas más consumidas (la segunda, tras las naranjas). (Cómo hacer tarta de sidra, una receta muy asturiana)

La propuesta es dulce y fácil: bizcocho de plátano maduro. El tiempo de preparación es, como casi todos los bizcochos, de una hora aproximadamente y es una alternativa excelente para la merienda o el desayuno. Otras grandes bazas de esta receta es que su valor nutricional incluye una aportación interesante de fósforo, magnesio y vitamina B6. (Aquí te enseñamos a hacer tarta de limón sin azúcar, ni horno, ni batidora)

Ingredientes:

  • 3 plátanos maduros
  • 3 huevos
  • 1 cucharada de aceite de girasol
  • 150 g harina
  • 2 cucharaditas de polvo de hornear
  • Y se le pueden añadir 75 gramos e nueces

Lo primero, como siempre es precalentar el horno a 175 grados, si es posible con aportación de aire caliente. Llega el momento de machacar y hacer pasta de puré los plátanos, bien con un tenedor o con una batidora en un tazón. Se le van agregando los huevos uno por uno y se baten junto con la mezcla. Se introduce (si puede ser aireado) la harina que lleva además el polvo de hornear. Finalmente se pican las nueces y se añaden.

Llegados a este paso lo que toca es engrasar un molde de pastel (23 cm) con aceite y se vierte la mezcla en el molde. Queda hornear el pan de plátano durante aproximadamente 45 minutos.

Como todos los bizcochos, la mejor comprobación del punto de cocción es introducir en el centro del pastel un pincho, cuchillo fino o lo que se quiera, y si sale brillante pero limpio será la muestra de que el centro está cocido; si no, el pincho saldría con masa semilíquida pegada. La torta se cocina cuando un pincho sale limpio y seco, si lo pones en el medio del pastel. Y ya está. A disfrutar.