El salseo de la NFL

Super Bowl 2025: ¿habrá pedida de mano de Travis Kelce a Taylor Swift o recadito de Kendrick Lamar a Trump?

El noviazgo de la todopoderosa reina Midas del pop con el 'tight end' está más que rodado y en lo más alto

Kendrick Lamar, Travis Kelce y Taylor Swift, y Donald Trump.

Kendrick Lamar, Travis Kelce y Taylor Swift, y Donald Trump.

Laura Estirado

Barcelona

Por segundo año, Taylor Swift (35) volverá a ser la más buscada en las gradas y la más 'pinchada' por las cámaras durante la Super Bowl de este domingo, 9 de febrero, mientras se baten en duelo en el terreno de juego del Caesars Superdome de Nueva Orleans (Luisiana) los Philadelphia Eagles contra los Kansas City Chiefs, el equipo donde juega de su novio, el estelar Travis Kelce (35).

El noviazgo de la todopoderosa reina Midas del pop con el 'tight end' está más que rodado y en lo más alto. Sobre todo desde que el año pasado sellaron su felicidad por la victoria de los Kansas City ante los San Francisco 49ers con un superbeso, que ya es una de las imágenes más icónicas del siglo.

Taylor Swift, junto a Blake Lively e Ice Spice, en un partido de la NFL, en febrero de 2024.

Taylor Swift, junto a Blake Lively e Ice Spice, en un partido de la NFL, en febrero de 2024. / EFE

Desde entonces, a ambos se les has visto juntos y como dos TorTolitos [permítanme la licencia de las 'T' de las inciales de ambos] en un multitud de ocasiones. El jugador no se ha cortado ni un pelo en los conciertos de la artista de 'The Eras Tour'. Y ella, por su parte, le ha correspondido presenciando desde su ya famoso palco todos los partidos de su amado en Kansas.

Hasta cuando no están juntos, Taylor Swift tiene muy presente a su novio, como en la pasada gala de los Grammy, a los que acudió con un precioso vestido rojo y un collar que adornaba su muslo izquierdo con la inicial 'T'.

La MVP de las gradas

Si bien la posibilidad de verla en el 'show' es poco factible, ya hay otros artistas programados [*más detalles, unas líneas más abajo], todo indica que Swift será la MVP [el 'jugador' más valorado] de las gradas. Se espera que la estrella no falte a la final. Y que el 'efecto Taylor Swift' pulverice todos los récords de audiencia de la Super Bowl, y de toda la historia de la televisión estadounidense. Por ahora los mejores números siguen siendo los de la retransmisión del alunizaje del hombre en la Luna de 1969, que tuvo una audiencia estimada entre 125 y 150 millones.

Pero el aliento de la Super Bowl se siente cada vez más cerca. Si en 2023 congregó a 115,1 millones de espectadores, el año pasado, el año de Swift, sumó 123,4 millones de espectadores de media (202,4 millones conectaron en algún momento por los 184 millones del año anterior).

La ídola musical trajo un viento nuevo a la liga de fútbol americano, y gracias a ella también se registró la mayor audiencia femenina de la historia: un 49% de los espectadores fueron mujeres. Y por si eso no fuera poco, hubo un aumento del 10% en el número de espectadores de entre 18 y 34 años en comparación con el año anterior. 

Momento de 'cultura pop'

La NFL no es ajena al tirón de la cantante, y así lo expresó a través de un comunicado en octubre de 2023: "Las noticias sobre Taylor Swift y Travis Kelce han sido un momento de cultura pop al que nos hemos acercado en tiempo real como una intersección de deporte y entretenimiento. Y hemos visto una increíble cantidad de positividad", apuntó entonces la NFL.

Los Kansas City Chiefs llegan a esta Super Bowl LIX como los grandes favoritos, y podrían hacer historia convirtiéndose en el primer equipo de la NFL en ganar tres títulos consecutivos, algo que no se ha logrado en casi 60 años.

Tanto si gana el equipo de Kelce como si no, la audiencia da por hecho otro superbeso como el del año pasado. Es más, ya se especula con la posibilidad de que el jugador le pida matrimonio a la cantante ante una audiencia global.

También se rumorea que Kelce podría aprovechar el momentazo para colgar las botas e irse por la puerta grande si su equipo gana a los Philadelphia Eagles, tras una temporada en que sus números en yardas, recepciones y touchdowns se han visto reducidos considerablemente.

Trump irrumpe en la cita

En todo caso, si esta fuera su última final, contaría con un espectador de excepción, Donald Trump, que ha anunciado que no se perderá el duelo deportivo más visto en EEUU. Hasta ahora, ningún presidente en ejercicio había asistido a la final de la NFL, aunque sí lo hicieron antes varios vicepresidentes, como Al Gore y George H.W. Bush.

Es sabido que la cantante y el presidente no están en sintonía y ambos se han dedicado palabras no precisamente de cariño. Swift apoyó a su oponente demócrata, Kamala Harris, en las elecciones de 2024, lo que llevó a Trump a publicar "ODIO A TAYLOR SWIFT" en su cuenta de Truth Social. Antes, en 2018, tras años de mantenerse al margen de la política, Taylor rompió su silencio al respaldar a candidatos demócratas en Tennessee, lo que llevó a Trump a declarar que le gustaba "un 25% menos" su música.

Quizá para apaciguar los ánimos, el novio de Swift se ha apresurado en decir que es un "honor" que el presidente de EEUU asista al Super Bowl del domingo en Nueva Orleans. "Estoy emocionado porque es el partido más importante de mi vida, ya saben, y tener al presidente allí... es el mejor país del mundo, así que sería genial", ha comentado.

A favor de los de Kansas

Del lado de la pareja de TorTolitos está que Trump. Gran aficionado a este deporte, se inclina más por los Kansas City Chiefs. Se cree que el dueño de la franquicia, Clark Hunt, tiene simpatías hacia el presidente, y comparten ideas sobre el endurecimiento de las políticas migratorias.

Con los Eagles la relación no es tan amistosa. En 2018, cuando los de Philadelphia ganaron su primera y única Super Bowl, el presidente invitó al equipo a la Casa Blanca pero varios jugadores declinaron la oferta. Estaban enfadados después de que Trump criticara públicamente a aquellos deportistas que se arrodillaron durante el himno nacional como forma de protesta contra el abuso policial hacia los afroamericanos.

Otro de los temas candentes en las casas de apuestas es si Swift participará o no como invitada junto a Kendrick Lamar, la estrella del 'show' del intermedio. No parece probable, aunque es verdad que Lamar y Swift no son unos desconocidos, pues tienen una colaboración en el remix de 'Bad Blood' del álbum '1989' (2014).

¿Habrá dardos en el intermedio?

El rapero californiano, de 37 años, encabezará el espectáculo del medio tiempo de la Super Bowl, donde compartirá escenario con su colaboradora habitual y estrella del R&B, SZA. Esta será la segunda vez que participa en el 'show' futbolero; en 2022 ya lo hizo, aunque no en solitario, sino al lado de Dr. Dre, Snoop Dogg, Eminem y Mary J. Blige.

Algunos no descartan la posibilidad de que el artista que acaba de ganar cinco gramófonos en los Grammy (17 tiene en total) y que fue el primer artista musical de un género distinto al jazz o la música clásica en ganar el premio Pulitzer de música en 2018, se deje ir y le dedique algún recadito al presidente, con quien ha mantenido más de una polémica.

Durante el primer mandato del magnate, el autor de himnos como 'Not Like Us' [en el que acusa de pedofilia al cantante Drake] fue directo a la yugular del presidente con canciones como 'The Heart Part 4', donde le afeaba sus supuestos vínculos con Rusia. "Donald Trump es un tonto, sabe cómo nos sentimos, punk / Diles que Dios viene / Y Rusia necesita un botón de repetición, todos traman algo", dice la canción.

En varias entrevistas, describe la situación política actual como "un completo caos mental". Para él, las diferencias clave entre Obama y Trump "son la moral, la dignidad, los principios y el sentido común".

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