Cómo saber si un huevo está malo: muchos lo pasan por alto

Descubre los trucos para conocer si puedes consumirlo sin riesgos antes de cocinarlo

¿Tienes huevos en la nevera desde hace días y no sabes si aún se pueden consumir o ya están en mal estado? Si están pasados las consecuencias pueden ser devastadoras para tu salud. Lo más probable es que sufras una intoxicación y tengas diarrea, vómitos, náuseas e incluso fiebre. Si tienes estos síntomas lo mejor es hidratarte bebiendo bastante agua y que comas aunque te encuentres sin ganas. Si empeoras acude al médico y explica lo que te ha pasado.

Para que esto no te vuelva a ocurrir debes saber que existen algunos trucos para conocer si un huevo está malo antes de consumirlo:

-Si hemos cocido ya el huevo, al cortarlo por la mitad podemos ver el estado de la yema. Si está centrada y con una cámara de aire pequeña, el huevo está bueno, si está hacia un lado es mejor no comerlo.

-Si aún no lo hemos cocinado puedes agitar el huevo y si oyes que la yema golpea con la cáscara deberías desecharlo.

-La manera más fácil de ser si está en buen o mal estado antes de cocerlo o freírlo es metiéndolo en un bol, tal y como nos explican en este vídeo.

Si existe un alimento de alta calidad nutricional, ese es, sin duda, el huevo. El huevo es la base para la subsistencia y formación de un nuevo ser, lo que implica que la naturaleza lo ha provisto de todos los nutrientes necesarios y en la cantidad adecuada.

Contiene proteínas de inigualable calidad biológica con ácidos grasos de varios tipos y las vitaminas y minerales variados que "nadan" en los distintos medios: acuoso y lipídico del propio huevo. Pocos alimentos encierran tanta variedad en un espacio tan pequeño.

Por este motivo „más que por la cantidad de colesterol que aporta„, los especialistas en nutrición controlan la cantidad de huevo en las dietas, pues en un huevo de 80 gramos encontramos los nutrientes necesarios en cuestiones de grasa y proteínas para una comida, pero su volumen es escaso a la hora de saciar el hambre. Por esto es necesario planificar el consumo de huevos en nuestra dieta.

Huevos empanados

Así se prepara:

Se pone en el fuego una cazuela con agua y un chorro de vinagre y, cuando comience a hervir, se casca un huevo en una taza y se deposita suavemente en el agua; con una espumadera se mantiene la clara alrededor de la yema para que no se desparrame y, cuando rompa de nuevo el hervor, se aparta del fuego y se deja en el agua tres minutos; después, se sacan y se reservan. De este modo se escaldan seis huevos y el restante se bate.

Si es necesario, se recorta la clara de los huevos para dejar un borde regular; después, se rebozan en pan rallado muy fino, se pasan por huevo batido y, por último, otra vez en pan rallado; luego, se fríen en aceite caliente, se sacan y se dejan reposar sobre papel absorbente para que escurran el aceite sobrante. Se sirven acompañados de una ensalada o salsa al gusto: de tomate, bechamel, verde€

Ingredientes para 4 personas:

5 huevos, pan molido, aceite de oliva.

Patatas con huevos

Así se prepara:

En una cazuela con un poco de aceite se sofríe la cebolla picada muy fina. Cuando empiece a dorar, se añaden las patatas „peladas y cortadas en trozos similares„, se cubren con agua, se sazonan y se les agrega un ramillete compuesto por tomillo, laurel, hierbabuena y perejil; se deja cocer a fuego lento hasta que las patatas estén tiernas.

Unos minutos antes de finalizar la cocción, se van cascando los huevos en la cazuela y, cuando estén cuajados, ya está listo para servir. Puede presentarse en cazuelas individuales para cada comensal.

Ingredientes para 4 personas:

1/2 kg de patatas, 4 huevos, 1 cebolla, tomillo, perejil, laurel, hierbabuena, aceite de oliva, sal.