Atarse los cordones es un gran paso para los más pequeños. Se trata de uno de los momentos clave para que los niños adquieran autonomía. Aunque no hay una edad exacta en la que los críos aprenden esta tarea, sí puede decirse que es algo que pueden comenzar a aprender con unos cinco años. Si bien, en muchas ocasiones afrontar este paso genera ciertas dudas. ¿Cómo hacerlo? Aquí van algunos trucos.
Tal y como explica en su página web la empresa Rubio, célebre compañía de edición de cuadernillos de caligrafía, existe una serie de trucos que puede ayudar afrontar este aprendizaje.
Espera el momento justo
Una de las claves es elegir el momento adecuado para ello. Como decíamos, se puede empezar a aprender con cinco años. Si bien, no hay una norma exacta y este momento puede variar en función del niño. No conviene forzar el momento, ya que puede generar frustración falta de confianza en el pequeño.
Motricidad
Antes de comenzar es importante haber desarrollado hasta cierto punto la motricidad de los niños. Lo ideal es que ya sean capaces de hacer trazos, encajar piezas... alcanzar este punto es cuestión de tiempo, ya que con su desarrollo los niños irán ganando en agilidad y fuerza, obteniendo así destrezas manuales.
Emociones
La forma de enfocar este aprendizaje es clave. No solo la edad a la que se comienza, sino también cómo lo afrontamos. Hay que huir de tremendismos y fomentar que el aprendizaje se desarrolle en un clima de tranquilidad.
Hacer de modelo
Hacer de modelo es el primer paso para que los niños aprendan a atarse los cordones. Para ello, nada mejor que algunos trucos para ayudarles a recordar los pasos. Los que recogen en cuadernillos Rubio son los siguientes:
- Hacer una cruz con los cordones con ambos extremos del cordón, tirando fuerte
- Con uno de los extremos hacemos una oreja de conejo
- Cogemos el otro extremo para rodear esa oreja
- Cogemos el cordón alrededor y se pasa entre el cordón y la oreja de conejo, formando una segunda oreja.
- Tiramos de ambas orejas y ya tenemos el nudo hecho.
