Llega el verano, y con él, la época de la ropa más fresca. Nada más salir a la calle podemos ver a la gente con camisas cortas, en camisetas, bermudas o faldas. Pero si nos fijamos en la parte de los pies, el calzado más recurrido por los veraneantes son las sandalias. Ya pueden ser de dedo, de velcro, de correas... Está claro que los modelos de este tipo de zapatos son infinitos.

Además, son una buena alternativa si queremos mojarnos los pies pero no queremos hacernos daño con lo que pueda haber en el suelo que pisamos. Sin duda alguna, las sandalias, o chanclas, son uno de los productos más vendidos en los calurosos veranos de la península.

Pero hay un problema frecuente con este tipo de calzado, especialmente entro los hombres. En otros zapatos, al ir tapados por arriba, la gente no puede ver esas horribles manchas de sudor con forma de la huella de los pies que alberga el interior. Sin embargo, las sandalias, al ir descubiertas, dejan a la vista de todos esas desagradables marcas.

Los zapateros se las han visto y deseado para intentar solucionar este problema. Sin embargo, los productos que se venden en el mercado no siempre funcionan, además de tener precios bastante altos.

Por eso, hoy os traemos la solución. Hay un producto de andar por casa que puede solucionarnos la vida. Solo necesitamos un cepillo de dientes viejo para poder rascar, vinagre y bicarbonato sódico. La mezcla de estos dos productos forma una reacción química que elimina las manchas. No garantizamos que te vaya a dejar tus sandalias como nuevas, pero sí solucionarán gran parte del problema.