Todo el mundo está loco por la pizza, pero a menudo evitamos comerla porque es notoriamente alta en calorías y carbohidratos. Vamos a ver cómo complacer el antojo de pizza con esta receta que también es apta para quienes prefieren no comer gluten. La ausencia de levadura evita la sensación de hinchazón que puede asaltarnos después de disfrutar de una pizza tradicional. La base de esta pizza se extiende sin rodillo y la preparación lleva poco tiempo.

Empecemos por el ingrediente principal para preparar la masa: las lentejas. Puede utilizar lentejas secas o enlatadas. En el primer caso, remójelos durante un par de horas para que se ablanden. Si utilizamos lentejas en conserva, tendremos que escurrirlas y verterlas en un vaso de inmersión. Por cada 250 gramos de lentejas tendremos que añadir 120 mililitros de agua, un diente de ajo picado, media cucharadita de bicarbonato de sodio y una cucharadita de vinagre.

El bicarbonato de sodio y el vinagre son necesarios para simular la subida, pero no afectarán al sabor. Sólo se debe añadir sal para las lentejas secas. Con la batidora de inmersión debemos obtener una mezcla suave y cremosa. Vierta la cantidad necesaria de la mezcla en una bandeja de horno o en una hoja para hornear forrada con papel pergamino y déle forma de pizza. No debemos superar un grosor de 1 centímetro. Hornear a 180 grados durante 20 minutos o hasta que se dore.

Podemos elegir coberturas ligeras o atrevernos más

Esta pizza puede cubrirse como la Margherita tradicional o enriquecerse con otros ingredientes. Puedes optar por brócoli previamente escaldado, anchoas, aceitunas negras y mozzarella. O utilice calabacines y berenjenas a la parrilla con la adición de tomates confitados y mozzarella.

Una versión más sabrosa puede ser con cebolla en rodajas finas, atún, alcaparras y mozzarella. Todas estas versiones necesitan ser horneadas durante unos minutos para que la mozzarella se derrita.

Si no, se puede cubrir en frío con tomates cherry, queso feta, aceitunas Taggiasca y albahaca. O bien, se puede cubrir con certosa, rodajas de pulpo cocido y rúcula. También se puede servir una ensalada de marisco con esta pizza como base. También hay quien lo ofrece con queso stracchino, bresaola y virutas de parmesano crudo. Una copa de burbujas puede acompañar bien este plato. Un Prosecco Valdobbiadene o un Metodo Classico.

Las dosis indicadas son para dos personas. La pizza también puede servirse como aperitivo acompañada de otras delicias que pueden satisfacer hasta los paladares más exigentes. Así que, para mantener la línea y quitarnos unos cuantos antojos, podemos preparar esta sabrosa pero ligera pizza.