Si ves esto al abrir una lata de conservas, ten cuidado: comerte ese producto puede ser muy peligroso

La ingesta de comida mal conservada puede acarrear diversas enfermedades

Latas de conserva

Latas de conserva / Freepik

B. Z. C.

Las comidas enlatadas se han convertido en una forma conveniente y accesible de obtener alimentos que se pueden almacenar durante largos períodos de tiempo. Aunque la tecnología ha mejorado en la producción de comidas enlatadas, es importante seguir teniendo cuidado al elegir y consumir alimentos enlatados para evitar riesgos para la salud.

De hecho, es común escuchar que las comidas enlatadas pueden tener una vida útil de hasta 5 años, sin embargo, en muchos casos hay defectos de fabricación que impiden su consumo seguro.

Este es el caso de las latas de sardinas o cualquier otro tipo de pescado enlatado. Si al abrir una de estas latas notas algún signo de mal conservación, lo mejor es desecharla para evitar enfermedades como el botulismo.

Aquí te mostramos algunas señales de que una lata de sardinas puede estar en mal estado:

La tapa se mueve hacia arriba o hacia abajo: si la conservación ha sido adecuada, la tapa no debería moverse en absoluto.

La lata tiene algún golpe: esto puede indicar que el sello hermético no es adecuado y que la comida dentro está en mal estado, lo que puede contener bacterias peligrosas.

La lata se ha oxidado, ya sea por humedad u otros factores.

La lata está hinchada, lo que puede ser causado por congelación interna o por otros motivos. La bacteria Clostridium botulinum, que causa el botulismo, puede hacer que la comida se expanda.

Al abrir la lata, puedes ver burbujas o espuma.

La lata tiene un mal olor.

Si notas alguna de estas señales, no consumas la comida en la lata y deséchala inmediatamente. Aunque el producto aún no esté caducado, podría poner en riesgo tu vida.