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Experto en limpieza asegura que una pelota de tenis en la secadora "evita que la ropa se junte, distribuye el calor y hay más suavidad": así hay que introducirla

Las toallas se vuelven más suaves, los edredones más mullidos y las sábanas más aireadas. Sin suavizante, sin aditivos y, sobre todo, sin esfuerzo

Experto en limpieza asegura que una pelota de tenis en la secadora "evita que la ropa se junte, distribuye el calor y hay más suavidad": así hay que introducirla

Experto en limpieza asegura que una pelota de tenis en la secadora "evita que la ropa se junte, distribuye el calor y hay más suavidad": así hay que introducirla

La pelota de tenis abandona la pista para colarse en la lavadora. De hecho, este pequeño accesorio amarillo, normalmente asociado a las pistas deportivas, resulta ser un aliado inesperado para el cuidado de la ropa.

La eficacia y la sencillez de la pelota de tenis seducen cada vez más a los hogares que buscan trucos económicos y ecológicos. Introducida en el tambor, la pelota de tenis convierte el lavado de la ropa en un gesto inteligente, capaz de devolver la suavidad, el volumen y la frescura a tus tejidos sin productos químicos. La llegada del otoño marca el regreso de la ropa gruesa, los edredones y las mantas de lana. Estos tejidos, difíciles de secar y a menudo ásperos después del lavado, se benefician plenamente de esta técnica.

La pelota de tenis actúa mediante un simple efecto mecánico: al rebotar entre la ropa, evita que los tejidos se apelmacen, facilita la circulación del aire y distribuye el calor de manera homogénea. El resultado es inmediato.

VÍDEO: Este derroche de calefacción, además de ser costoso para su presupuesto, perjudica al medio ambiente.

Jota Caral / Manuel Riu

Las toallas se vuelven más suaves, los edredones más mullidos y las sábanas más aireadas. Sin suavizante, sin aditivos y, sobre todo, sin esfuerzo. El secreto de su eficacia reside en el movimiento.

De hecho, al girar en el tambor, la pelota de tenis separa las fibras y las masajea delicadamente. De este modo, limita que la ropa se enrede y favorece una mejor penetración del agua y del detergente. Esta agitación constante evita la formación de zonas compactas donde se acumula la humedad, fuente de malos olores. Además, la ropa se seca más rápido. Y con razón, ya que el aire circula mejor. El ahorro de tiempo y energía es real.

Esto es especialmente cierto en invierno, cuando el secado al aire libre se vuelve más difícil. Este método también resulta atractivo por su aspecto ecológico. El uso de una pelota de tenis para suavizar la ropa evita el uso de suavizantes químicos, que a menudo son contaminantes y alergénicos. Estos productos recubren las fibras con una película perfumada que, con el tiempo, altera su absorción y textura. La pelota, por su parte, actúa sin modificar la naturaleza del tejido. No deja residuos, no decolora la ropa y se puede reutilizar decenas de veces.

Un simple par de pelotas es suficiente para varios años de lavado eficaz y económico. El mantenimiento de la pelota de tenis también es esencial para preservar las cualidades de la ropa. Antes de introducirla en el tambor, asegúrese de que esté limpia, no destiña y se reserve únicamente para este uso.

Las bolas gastadas, cubiertas de tierra o polvo, pueden transferir suciedad a los tejidos claros. Para una lavadora estándar, bastan dos o tres bolas. Este número permite un buen equilibrio entre agitación y eficacia sin sobrecargar el tambor. Algunos tejidos merecen una atención especial. Las prendas de algodón, los albornoces o las sábanas también se benefician plenamente de la acción de la pelota de tenis. Sin embargo, los tejidos delicados como la seda, el encaje o la lencería fina deben lavarse por separado.

De hecho, hay que tener en cuenta que estos materiales no soportan bien los golpes repetidos del tambor. En estos casos, es mejor evitar añadir cualquier objeto y optar por un lavado en una bolsa protectora. Además, la pelota de tenis se integra perfectamente con otros trucos naturales para la colada.

Un poco de vinagre blanco en la bandeja del suavizante también sustituye eficazmente a los productos comerciales, al tiempo que neutraliza los olores. Dos puñados de sal gruesa añadidos al tambor preservan los colores oscuros.

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