El proyecto que hoy les mostramos, una vivienda unifamiliar de unos 500 metros cuadrados aislada en una finca rústica nace de la colaboración entre el estudio de arquitectura Bastidas Architects de Sergi Bastidas y Wolf Siegfried Wagner.

Desde su concepción fue una prioridad llevar a cabo la intervención con el máximo respeto por el entorno, causando el menor impacto visual y paisajístico posible. Prueba de ello es el uso de materiales en tonos acordes con la naturaleza de los alrededores y el empleo de muros de adobe, que incorporan en su elaboración materiales procedentes de la excavación de la parcela, como gravas y tierras, lo que hace que se fundan con su entorno. Los cuerpos anexos son de mampostería, con un rejuntado ocre para minimizar el impacto visual de la piedra. El tratamiento de las fachadas también contribuye a la integración. La fachada norte, estucada en cal está cubierta por un tapiz de hiedra virgen, que ofrece protección del frío del norte. En cambio en la fachada soleada, también en cal, se han colocado parras, mediante la utilización de estacas de acebuche, recuperando el sistema tradicional.

Se trata de una arquitectura contemporánea, donde predominan los espacios diáfanos de formas depuradas y líneas rectas. En los espacios conviven técnicas populares mallorquinas, influencias árabes y el mayor confort que proporcionan las instalaciones más actuales, y donde se integran elementos de recuperación, como grandes puertas de madera de gran antigüedad, un artesonado de madera de "pinotea melis" traído de Canadá y los suelos de piedra antigua de recuperación.

La cocina es un buen ejemplo de la conjunción de lo tradicional con lo contemporáneo. Equipada con mobiliario de Bulthaup y con una encimera de piedra de Binissalem (Mallorca) abujardada y pulida, incorpora una parrilla de obra, realizada con ladrillo romano, donde poder elaborar platos saludables a la manera tradicional.

En el interior encontramos materiales nobles, como la madera para los suelos, agradable al tacto descalzo, y la piedra caliza para los baños, equipados con griferías Dornbracht. El pavimento en toda la planta baja es de cemento tintado pulido combinado con piedra de recuperación en determinadas zonas, como el hall de entrada principal. El tono oscuro del pavimento pone en valor los grandes ventanales y la luz que en él se proyecta, creando un ritmo de claros y oscuros que estructura las grandes dependencias diáfanas. La luz actúa como elemento ordenador del espacio.

En cuanto a la iluminación, predomina la luz indirecta frente a la directa y se emplea luz cenital a través de pequeños ventanucos en algunos lugares como el hueco de la escalera y el baño de la suite principal.

En esta villa el interior y el exterior se entrelazan y cobran la misma importancia. Al llegar, el visitante encuentra un patio con olivos, donde dos canales de agua le dan la bienvenida y le invitan a entrar, refrescando el ambiente en los meses más calurosos. Más adelante aparece un pequeño huerto, antes de que, en un nivel inferior, encontremos el patio de naranjos. La secuencia de patios y los pequeños rincones y ventanucos que se suceden dan al recorrido por la casa una sensación de descubrimiento constante, de expectación y sorpresa al pasar por los diferentes ambientes conseguidos en el interior, como la sala de lectura, los salones y la original sala marroquí.

Jardín

El jardín es mediterráneo, y se han empleado especies como palmeras, cañas de bambú, lavanda y cipreses, estos últimos son un elemento perfecto para enmarcar puntos de especial valor en la composición. El resto de la finca está colmada de almendros, los cuales, en su floración completan la belleza del conjunto y acompañan sutilmente al visitante en el camino de acceso. Delante de la fachada se han plantado árboles de hoja caduca, que de manera natural controlan el impacto del sol en el interior, dejándolo pasar en los meses fríos, cuando los árboles pierden sus hojas y protegiéndola de él en los meses calurosos. La sombra de los plateros también resguarda el aparcamiento de los rayos del sol.

Se han puesto en valor las terrazas y el jardín mediante el empleo de cuidadas técnicas y materiales como del acero corten para la contención de los bancales y la piedra de Santanyí como solado de terrazas. En algunas zonas de las terrazas y de la zona de piscina se han introducido canales de esta piedra, intercalándola con el césped. Mediante el empleo de esta técnica se ha conseguido minimizar la dureza que representa una superficie grande de solado obteniendo un pavimento más fresco y confortable para los meses de verano. El proyecto incluye una zona de terraza que cuenta con un pabellón y una piscina de borde infinito, ideal para celebraciones y reuniones disfrutando del suave clima balear.

La decoración ha sido realizada por Iris & Patrick Stewen Design en colaboración con la propiedad.