La primavera es una de las estaciones que más atención hay que dedicar a la limpieza del hogar para no acumular suciedad que pueda causarnos alergias u otros problemas respiratorios, así como por lo variable que es el tiempo, con días soleados y lluviosos a partes iguales. La tarea de limpieza es una labor tan importante como saludable. No tiene que ser sinónimo de sacrificar nuestro tiempo de ocio ni dedicarle incontables horas con incontables productos químicos (en este enlace te mostramos el sencillo truco casero para limpiar la bañera sin esfuerzo y en poco tiempo).

Hay ciertas partes del hogar que sufren más que otras y que requieren un especial cuidado y dedicación para limpiarlas, especialmente si hay niños por casa. Se trata principalmente de los cuartos de baños, donde se acumula más humedad y suciedad después de cada lavado (en este enlace te mostramos la mezcla casera más utilizada para acabar con los malos olores en el baño) y la cocina, un espacio que por razones obvias acumula grasa, polvo y suciedad (en este enlace te hablábamos de la piedra que triunfa entre los expertos en limpieza y con la que dejarás reluciente la cocina y las ventanas).

Una de las zonas que más suciedad acumula ya sea por las condiciones externas como por el propio factor humano son los cristales de las ventanas y los espejos. En los supermercados existen diferentes productos químicos para utilizar en esta labor, sin embargo, también puedes emplear diferentes trucos caseros y productos sencillos con el que evitarás dejar manchas y conseguir unos resultados increíbles en solo unos minutos y casi sin esfuerzo (en este enlace te dejamos el método casero y barato para limpiar el horno en cinco minutos). Los expertos en limpieza coinciden en recomendar la bayeta de microfibra para realizar esta tarea de la forma más sencilla posible. Esta bayeta no deja pelusas tras pasarla por la superficie no requiere un secado posterior a su uso. Además, se puede realizar una limpieza ecológica y libre de productos químicos utilizando aliados caseros que podemos encontrar en nuestro hogar como limón o vinagre. Únicamente hay que verter cualquiera de estos dos productos en la bayeta y restregarlos por la superficie. Por su composición, estos dos productos cuentan con poderosas propiedades desinfectantes que dejarán los cristales libres de suciedad y brillantes.

Ten en cuenta que después de pasar la bayeta por la superficie, esta dejará un pequeño rastro de humedad que desaparecerá en unos pocos segundos.