A veces los platos que parecen más elaborados son los más fáciles de hacer por muy extraño que parezca. ¿Te has planteado alguna vez cómo se hace un buen cachopo? Pues es bien sencillo. Por eso, y porque queremos que presumas delante de tus invitados en las cenas en tu casa, te vamos a proponer una receta que te explicamos paso a paso y que es muy sencilla. Apta para principiantes.

Pocos platos de carne tan identificados actualmente con Asturias como el archiconocido cachopo. Juanjo Cima, chef de “Las tablas del Campillín”, en Oviedo, presenta su propia receta, muy fácil de preparar en casa pero con un indiscutible toque profesional.

Ingredientes

  • 2 filetes de Ternera Asturiana
  • 6 lonchas finas de queso Los Beyos
  • 6 lonchas finas de Jamón Ibérico
  • 100 gramos de harina blanca
  • 2 huevos camperos - 200 gramos de pan rallado
  • Una pizca de sal
  • Pimienta negra
  • Aceite de Girasol
  • Patatas
  • Pimientos del piquillo

La preparación comienza por salpimentar los dos filetes de Ternera Asturiana. Sobre uno de ellos se extienden tres lonchas de queso de Los Beyos, y a continuación seis lonchas de jamón ibérico. Se vuelven a poner otras tres lonchas de queso y se termina con otro filete de ternera asturiana.

Es necesario presionar bien en los laterales de los filetes para que no se salga el relleno.

Se baten los huevos, se coloca la harina en un taper grande y el pan rallado en otro. Los filetes se pasan con mucho cuidado por la harina, después por el huevo y finalmente por el pan rallado cubriendo bien el cachopo. Se deja reposar todo en la nevera durante dos horas para que el pan rallado se pegue mejor a los filetes. El cachopo se fríe en abundante aceite bien caliente, cuando este dorado por una parte, se le da la vuelta para que quede bien crujiente por las dos partes. Al sacarlo de la sartén se pone sobre papel absorbente para que no quede aceitoso.

El truco del chef es acompañarlo de patatas fritas y pimientos del piquillo. Las primeras referencias al cachopo las recoge Gaspar Casal, a primeros del siglo XVIII. En 1950 el restaurante Pelayo de Oviedo lo incorporó a su carta. En estos momentos es raro encontrar un restaurante asturiano que no tenga su propia versión del cachopo. “Una de las ventajas es la calidad de nuestra carne y de nuestros quesos”, señala Juanjo Cima.