En muchas ocasiones nos gustaría tener nuestra ropa mucho más suave de lo que acostumbra. Los continuos lavados, su uso y su desgaste hacen que hasta las prendas más delicadas parezcan menos suaves de lo que eran el día que las compramos en la tienda.

Para ello debemos conocer estos consejos que te traemos hoy en forma de trucos y con los que conseguirás que tu ropa este lo más suave que hayas imaginado y sin que por ello los tejidos se vena afectados lo más mínimo.

Muchos de nosotros no queremos utilizar suavizantes industriales por el miedo a que estos puedan afectar a la larga no solo a nuestras prendas sino también a nuestra propia lavadora ya que contienen trazas de productos químicos. Estos restos pueden llegar a dañar los tejidos o reducir progresivamente la suavidad y la durabilidad de nuestras prendas.

Una cosa que tenemos que tener en cuenta es que si somos de los que usamos suavizantes industriales no por echar mucha cantidad en el tambor de la lavadora va a salir la ropa más suave, debemos atenernos a las recomendaciones de los fabricantes.

Si queremos conseguir que nuestra ropa tenga un aroma neutro, un tacto sedoso y además disfrutemos de ella con menos arrugas, no siempre es necesario recurrir a los productos químicos. La opción de hacer nosotros mismos un suavizante casero, económico y que funciones de una manera efectiva.

Para elaborar el suavizante casero que te proponemos hoy necesitas entre otras cosas uno de los ingredientes estrella y que ya te hemos propuesto en muchas ocasiones, el bicarbonato. Así pues, necesitaríamos 200 gramos de bicarbonato, 500 mililitros de vinagre blanco, 1.5 litros de agua destilada y unas gotas de la colonia, el perfume o el aceite esencial que queremos que nos de ese toque que tanto queremos. Lo que debemos hacer es mezclarlo todo en un recipiente y después solo nos queda verter nuestro suavizante en el lugar destinado para ellos en nuestra lavadora.

Si después de pasar por la lavadora aún no logramos la suavidad que deseamos podemos hacer tres cosas que a buen seguro nos ayudarán a conseguir ese punto de extremada suavidad que buscamos.

1. No dejar la ropa mojada dentro de la lavadora. Tenemos que estar atentos al finalizado del ciclo del electrodoméstico y sacar cuanto antes nuestra colada. Si esperamos mucho corremos el peligro de que se termine estropeando.

2. Pulverizar las prendas con suavizante antes de introducirlas en la lavadora. Es mejor diluirlo primer en un poco de agua para que no deje manchas sobre el tejido.

3. Emplear la cantidad justa de suavizante para que no se cree demasiado jabón durante el lavado.

Además de todo esto si usamos suavizantes naturales estaremos contribuyendo a una mejor conservación del medioambiente.