El primer consejo que os damos para recuperar un mantel blanco es que preparéis la mantelería con antelación, al menos de un día para otro. Así, si sucede que tiene manchas las podremos eliminar y quedará impecable para esa cita tan especial.

El segundo consejo, tener siempre a mano un bote de bicarbonato. Una vez más, tres cucharadas de bicarbonato disueltas en un litro de agua harán desaparecer a las manchas amarillas. Deja el mantel una hora en esta agua y después mételo en la lavadora con el detergente y programa habitual.

Un buen consejo para evitar que se produzcan estas manchas amarillentas en los manteles al estar guardados mucho tiempo, es envolverlos en papal de seda. Así conservaran su blancura durante mucho más tiempo.