Las sartenes son un elemento indispensable en las cocinas. Mantenerlas en buen estado es difícil porque tienden a ensuciarse y engrasarse con rapidez, sobre todo por la parte de la base, dando un aspecto descuidado y pegajoso. Tirarlas a la basura y comprar otras nuevas cuando se ennegrecen puede tentarnos, pero no es necesario, porque hacer que vuelvan a brillar es posible utilizando productos que todos tenemos por casa.

Existen algunos trucos para mantener las sartenes como nuevas desde el primer día, como no echarles agua fría cuando aún están calientes para conservar su antiadherencia. Si para ti ya es tarde y las tuyas tienen una película de grasa que parece imposible de eliminar, no te deshagas de ellas: aquí tienes unos trucos para dejarlas relucientes.

Para la base: bicarbonato y vinagre

Además de eliminar la suciedad, esta opción eliminará los malos olores y desinfectará el utensilio. Espolvorea bicarbonato de sodio sobre el culo de la sartén hasta cubrirla por completo y después añade el vinagre por encima. Deja reposar unos veinte minutos y después frota la zona con paciencia y haciendo movimientos circulares ayudándote de un estropajo de aluminio.

Para devolverles el brillo: limpiador de vitrocerámica

Si sirven para dar brillo a la vitro, también para el culo de la sartén. Extiende un poco del limpiador que utilizas habitualmente para limpiar la vitrocerámica por la base y espera unos minutos. Sírvete de un estropajo de aluminio para retirar los residuos, que se desprenderán con facilidad por el efecto del producto. Asegúrate de enjuagar bien la sartén con agua y jabón.