Si tienes humedad en casa seguro que sufres una de sus peores consecuencias: las paredes adquieren un abanico de colores que oscila entre el verde, el negro y el amarillo, fruto del moho y el exceso de agua. Limpiar estas manchas no es una tarea complicada, aunque si requiere de paciencia y delicadeza, puesto que la pared suele estar bastante tierna por la humedad.

La buena noticia es que existe un producto de toda la vida (y que probablemente ya tengas en casa) que puede ayudarte en la limpieza de las paredes con moho. Se trata de la lejía, un producto barato (la botella cuesta menos de un euro) y muy eficaz.

Para esta tarea se necesita un paño sin texturas o papel de cocina. Con la lejía, se moja la superficie del paño y se va pasando poco a poco por la superficie a limpiar. Aunque, al principio, la suciedad se arrastra y parece que la pared está más sucia, tras varias pasadas el resultado es muy óptimo.

La recomendación principal es hacer esta limpieza con la ventana abierta para evitar intoxicaciones y que las paredes se vayan secando.

Cómo quitar el olor a moho

Mucha gente desconoce que todo lo que se necesita para eliminar el olor a humedad en el armario es un elemento común que mucha gente subestima. Se trata de la sal marina que, gracias a sus propiedades, es capaz de absorber la humedad y, de este modo, podríamos prevenir eficazmente el moho.

Lo único que tenemos que hacer es coger un cuenco y verter en él sal marina, y colocarlo en las zonas más húmedas de la casa.

Recurre al carbón vegetal

El carbón vegetal o las tizas son algunos de los elementos naturales que pueden ayudarte a reducir el moho en casa, ya que actúan como perfectos absorbentes de la humedad. Prueba a colocar varios trozos de carbón en una estantería y verás cómo el ambiente se vuelve más seco y limpio.

La humedad también puede afectar a las plantas que tenemos dentro de casa. "¿Quieres saber un truco para entender cuándo debes regar una planta? Si tocas la tierra y se te queda pegada al dedo, ¡no la riegues! Todavía está lo suficientemente húmeda.

Si te haces con tus plantas en IKEA, verás que nuestras etiquetas cuentan con gotas como guía: cuando veas una sola gota, querrá decir que la riegues una vez a la semana o cada dos-tres semanas. Si son dos gotas, una o dos veces a la semana (sin agua estancada). Y si el dibujo refleja 3 gotitas, dos o tres veces a la semana (sin tierra seca).

Si sigues teniendo dudas, puedes utilizar un sensor de humedad para plantas como CHILIPULVER, que se coloca en la tierra y si es necesario regarla, lo indica con una luz azul", cuentan desde Ikea.