El buen tiempo suele ser sinónimo de vuelta al aire libre y de reanudación del trabajo en el balcón o en el jardín. La primavera es el momento en que muchas personas vuelven a cuidar sus plantas y a disfrutar del aire libre después del largo invierno.

Pero no sólo las flores y las plantas embellecen el exterior, sino también las macetas que las contienen. Con el paso del tiempo, la terracota de las macetas puede resultar dañada por las influencias externas y perder su color natural y su vitalidad. A continuación le explicamos cómo puede limpiar sin esfuerzo las manchas de musgo y cal de las macetas de terracota y devolverles el color. Esto se debe, por lo general, a las marcas que dejan las manchas de cal depositadas tras el riego, que conducen a la formación de terribles manchas blancas.

Del mismo modo, el moho y el musgo también pueden ensuciar las macetas y empeorar su aspecto como consecuencia del estancamiento. A continuación veremos cómo limpiar las macetas tanto cuando están vacías como cuando tienen plantas y tierra dentro. Si la maceta que queremos limpiar ha sido vaciada por la planta, podemos sumergirla en una solución disolvente, pero natural. Sumergir las macetas de terracota en una solución de agua, vinagre y sal fina durante 20 minutos eliminará las manchas de cal y el moho y las disolverá.

Volver al color

Después de la fase de remojo, frote las ollas con una esponja o un cepillo de cerdas duras para eliminar fácilmente las manchas que han sido disueltas por el vinagre y la sal.

Si, por el contrario, queremos limpiar el exterior de las macetas de terracota pero no tenemos la posibilidad de ponerlas en remojo, podemos aumentar el efecto limpiador añadiendo bicarbonato a la solución.

Utilizando una mezcla de sal, vinagre, bicarbonato de sodio y agua, habremos obtenido una mezcla disolvente de manchas en pocos segundos. Con una botella de spray, rocíe nuestra solución sobre las manchas sucias y déjela actuar durante 10 minutos. Pasado este tiempo, el vinagre y el bicarbonato habrán disuelto la cal y el musgo, que podremos retirar fácilmente con la ayuda de una esponja.