Una casa estéticamente agradable no sólo requiere una limpieza adecuada y regular. Si queremos ese típico efecto "wow" y que todo el mundo lo envidie, debemos pensar en renovarlo de vez en cuando. Y no se trata sólo de amueblar una terraza de unos pocos metros cuadrados, arreglar los muebles o cambiar las cortinas de las ventanas.

La temporada de calor anima a muchos a repintar las paredes de sus casas. De hecho, el periodo que va de la primavera al verano puede ser el mejor momento para cuidarlo. Pintar las paredes es algo que también podríamos hacer nosotros mismos. Siempre que sepamos qué colores elegir y combinar para que la habitación sea más acogedora.

Colores fríos o cálidos

Esta época sería perfecta para dar un retoque a nuestras paredes. Esto se debe a que los tiempos de secado son mucho más rápidos que en el clima frío. Así que no tenemos que esperar demasiado para volver a la sala.

Uno de los mayores dilemas de quienes van a pintar su casa se refiere precisamente al tipo de colores. En este caso, debemos saber que existen dos grandes categorías: los colores cálidos y los colores fríos. Pero, ¿cómo elegir uno u otro?

En general, los colores más cálidos, como los tonos rojos, se recomiendan para las habitaciones de la casa donde se pasa el tiempo libre. Esto se debe a que ayudan a animar la habitación al destacarse de las demás tonalidades. En cambio, las variantes más frías, como el azul y el violeta, tienden a relajarse. Por lo tanto, podrían estar en su mejor momento en los lugares de descanso o de estudio.

Si queremos pintar una habitación estrecha y más bien oscura, tendremos que conocer algunos trucos para crear espacio. Nos decantamos por tonos brillantes, como un bonito color crema, azul claro o blanco hielo. Estas variantes de color reflejan la luz, de modo que el entorno parece más amplio y menos sombrío.

Sin embargo, si queremos que el techo parezca más alto, evitaremos optar por el mismo color que las paredes. Optemos por un tono más claro; el simple blanco, por ejemplo, nunca traiciona. Una técnica inteligente podría consistir en bajar con el color del techo incluso en una parte de la pared, durante un máximo de 15 cm.

Otra técnica inteligente podría ser pintar un borde de unos 10 cm en el mismo tono que las paredes. Ayudará a que la habitación parezca más alta con un efecto óptico convincente. Sólo hacen falta unas cuantas nociones como éstas para saber cómo pintar una pared para que parezca más grande y el resultado nos sorprenda.