Una de las tareas más difíciles para los limpiadores es, sin duda, la limpieza de los espejos. Lo más difícil, sobre todo cuando se trata de espejos de baño, es eliminar los depósitos de cal. Sin embargo, de forma más general, podríamos decir que lo que siempre te deja un poco insatisfecho es la presencia de halos. En la mayoría de los casos, el primer rayo de sol o la primera mirada al espejo desde otro ángulo revelarán esa molesta pátina.

Y sin embargo, nos pareció que habíamos hecho un trabajo de arte con detergentes especiales y tal vez la clásica hoja de periódico, como aconsejaban las abuelas. La mala noticia es que a veces todo esto no es suficiente. La buena noticia, sin embargo, es que para conseguir unos espejos brillantes, libres de halos y cal, podemos preparar en casa una sorprendente crema limpiadora. Descubramos cómo.

Unos simples ingredientes

Para preparar esta pasta limpiadora, no necesitamos comprar ningún producto loco. Podemos utilizar algunos ingredientes fáciles de encontrar y que quizá ya tengamos en casa.

El primer ingrediente esencial es el polvo de talco. Muchos lo utilizan para absorber el sudor y la humedad, evitar las rozaduras y ayudar, por ejemplo, al ajuste de los zapatos nuevos. En este caso será un valioso aliado de la limpieza.

La segunda es el vinagre, preferiblemente de manzana. Utilizado como condimento alimentario, se emplea muy a menudo como remedio natural no sólo para el cuidado del hogar sino también para el cuidado personal.

Por último, un gran clásico, una fruta que es un verdadero "todoterreno". Nos referimos al limón, que es excelente no sólo para cocinar, sino también para combatir la cal y la suciedad persistente.

Todo lo que necesitamos es un bol y nuestros ingredientes alineados frente a nosotros. Utilizamos 2 cucharadas de vinagre y les añadimos 2 cucharadas de polvos de talco, poco a poco, para favorecer una consistencia pastosa. Del mismo modo, también añadimos una cucharada de zumo de limón.

Si la consistencia es demasiado densa o, por el contrario, demasiado líquida, añada un poco de vinagre o polvos de talco. Evidentemente, las dosis deben ajustarse en función de las superficies a tratar, la cantidad y el tamaño. Una vez que hayamos obtenido nuestra crema limpiadora, podemos utilizarla directamente sobre un paño de microfibra, tratar la parte incrustada y aclararla.

También podemos diluirlo en medio litro de agua en un dispensador de spray y utilizarlo como un limpiacristales clásico. Sus espejos serán ultra brillantes y permanecerán así durante mucho más tiempo.

El vinagre y los polvos de talco son dos productos que se pueden encontrar con facilidad en los supermercados de Mercadona.