La ducha siempre está llena de piezas que hay que limpiar. Cada vez que tenemos que limpiarlo, siempre es una operación que lleva mucho tiempo, sobre todo porque hay que limpiarlo con diferentes productos. Por ejemplo, es necesario limpiar enérgicamente el entorno de silicona y con un producto antimoho, ya que el moho suele aparecer allí. El color de la silicona suele ser blanco, pero en algunas zonas podemos ver que es ligeramente oscuro o negro. Así que hay que tener paciencia y raspar toda la suciedad.

Pero el moho no sólo se encuentra en la silicona de la ducha. El moho también suele aparecer en las paredes de la casa si ésta es demasiado húmeda. En este caso, lo primero que hay que hacer es ventilar la casa lo máximo posible. Así que siempre mantenemos las ventanas un poco abiertas.

Pero el moho también llega a la ropa. Por lo tanto, es absolutamente necesario eliminarlo antes de meterlos en la lavadora. Por lo tanto, es necesario tratar previamente la prenda con el producto adecuado.

En la ducha de casa

Después de limpiar el moho de la silicona de nuestra ducha, ahora tenemos que lavar a fondo la superficie donde ponemos los pies. Y luego terminar con la alcachofa de la ducha. Sin embargo, las duchas, por razones obvias, también tienen cristales, que también hay que limpiar. A la hora de limpiarla, podemos lavarla directamente con un limpiacristales, evitando rayarla. Pero para mantener el cristal limpio en todo momento, basta con una técnica muy sencilla.

Evite que el cristal de la ducha se ensucie y se manche inmediatamente con este remedio rápido y barato.

El secreto está en la atención que preste al cristal después de la ducha. Nos hemos lavado, nos hemos dado una buena ducha y nos hemos lavado el pelo, salimos y nos secamos. Antes de salir del baño e ir a prepararte para lo que quieras hacer, recuerda limpiar el cristal del interior de la ducha.

No es necesario sacar detergentes y esponjas. Podemos hacerlo una vez a la semana. En cambio, cada vez que terminamos la ducha, pasamos una escobilla de baño. En unos pocos y sencillos pasos, el cristal quedará limpio y no se depositarán gotas de agua en su superficie. Como las gotas se secan con el tiempo, dejando cal y manchas, limpiarlas requeriría horas de trabajo. Así evitamos ensuciar el cristal de la ducha en primer lugar, simplemente utilizando una escobilla de goma después de haber terminado de lavar.