Cuando celebramos a los abuelos cada año con el día que les dedicamos, deberíamos agradecerles todo lo que nos han enseñado. Por no hablar de la importancia que han adquirido en la gestión de los niños con ambos padres trabajando. Fuera de las escuelas y los jardines de infancia, los abuelos son prácticamente una presencia parental. Sobre todo si tenemos la suerte de tenerlos cerca de casa y, tal vez, de tener un permiso de conducir. También hay superabuelos que se parecen a las mamás y a los papás porque se cuidan mucho, pensando en una dieta equilibrada y en la actividad física. Abuelos que están en gran forma física y mental y con los que siempre es un placer tratar.

Si se recurre a su sabiduría, es posible que en esta época del año nos vengan a la mente una vez más. Cuando, con el regreso de las temperaturas suaves, vuelven las invasiones de insectos. No sólo en el campo, sino también en la ciudad, nuestros abuelos solían adoptar sistemas naturales para evitar esta invasión alada.

Una planta aromática con una importante historia

La planta de laurel quizás se ofendería, si pudiera hablar, al ver su uso actual y el que tuvo en la historia. Desde coronar a los atletas victoriosos en Olimpia hasta rodear las cabezas de reyes y emperadores. Hoy en día, el laurel, aunque sigue siendo importante, es el acompañante clásico de los asados. Por no hablar de sus cualidades defensivas contra los insectos. Especialmente dos categorías nocivas y particularmente desagradables: las moscas y las cucarachas. No culpamos al pobre laurel por haber pasado de la cabeza de César y Augusto a nuestra entrada o terraza. Porque, de todos modos, ahora es quizás más cómodo.

Numerosas pruebas de laboratorio han demostrado que el ácido láurico, sustancia contenida en las hojas y que desprende el olor característico del laurel, sería un repelente de insectos muy eficaz. Si compra un insecticida natural en su vivero o centro agrícola local, puede encontrar esta sustancia en su interior.

Lo que se mantiene alejado

Considera que las plantas de laurel colocadas en zonas estratégicas de la casa podrían alejar no sólo a los insectos alados, sino también:

  • hormigas;
  • peces de plata;
  • pulgas y garrapatas.

Nuestras abuelas eran realmente excepcionales: además del laurel, también utilizaban la lavanda para el mismo fin. Sin olvidar el eucalipto y la caléndula. Para nosotros, son excepcionalmente fragantes, pero para todos los insectos, son verdaderos gases venenosos.

La planta de Laurel la puedes encontrar con facilidad en superficies como Leroy Merlin. "Plantón en maceta de 60 cm de laurel (laurus nobilis). Necesita sustrato de huerto, abono completo y exposición a pleno sol. La planta adulta llega a los 100 cm de altura y es resistente a las heladas. La recolecta se realiza de abril a mayo.