No sólo los mosquitos hacen de nuestros días un infierno, hay otros temibles insectos que pueden poner en peligro nuestra salud. Por ejemplo, las garrapatas son muy peligrosas para los seres humanos y los animales, ya que pueden transmitir importantes enfermedades bacterianas. Cuando se adhieren a la piel y pican, puede ocurrir que no sintamos ningún dolor o molestia, al menos inicialmente.

Por eso, si salimos de excursión a la naturaleza, cuando las temperaturas son altas, lo primero que hay que hacer es comprobarlo. Debemos observar las distintas partes del cuerpo para asegurarnos de que no hemos atraído ninguna garrapata. Otro pequeño animal de tamaño casi imperceptible que podría transmitirnos enfermedades epidémicas es el piojo.

Este minúsculo parásito, de apenas unos milímetros, se alimenta de sangre y puede infestar literalmente a los seres humanos, ya sean niños o adultos. Se adhiere al pelo, pero también a diversos tejidos, por lo que podemos encontrarlo entre las sábanas, en el colchón o en los sofás de casa.

Ponen muchos huevos blancos, llamados liendres, que a menudo podríamos confundir con una simple caspa. Al cabo de unos siete días eclosionan y se convierten en piojos adultos en un par de semanas. Tras una pediculosis, o infestación, de un miembro de la familia, lo mejor sería recurrir a tratamientos específicos. También debemos tratar las distintas prendas de vestir, las colchas y las sábanas para intentar erradicar hasta el último rastro.

En cuanto a la ropa y las sábanas, las desinfectamos en la lavadora a altas temperaturas, al menos 60 grados, o las dejamos al aire libre durante dos días. Nuestras abuelas, en estos casos, también utilizaban vinagre blanco, tanto dentro de la lavadora, como mezclado con bicarbonato, para rociarlo sobre los tejidos.

Otros trucos

Además del vinagre, para eliminar los piojos del hogar de forma definitiva, podemos lavar los tejidos añadiendo zumo de limón. Espolvoreamos los cojines con bicarbonato de sodio durante unas horas y los mantenemos en el exterior, luego los lavamos con agua y sal, un desinfectante natural. Sellamos cualquier juguete blando o saltador dentro de bolsas de plástico herméticas durante al menos 48 horas, para que los piojos mueran.

Los aceites esenciales o vegetales también podrían ayudarnos a mantener los piojos alejados de nuestro hogar. Así, podemos elegir entre el aceite de lavanda, eucalipto, árbol de té, romero, menta y tomillo también para prevenir su llegada. Añadimos unas gotas al lavar sábanas, almohadas y fundas de sofá, o dentro del cubo para limpiar los suelos.

Retiremos las alfombras con pelo de la casa y coloquémoslas en el exterior para que les dé el aire, antes de aplicar sprays antipiojos o vinagre y bicarbonato.