La lavadora es un electrodoméstico esencial. Es una herramienta indispensable que nos ayuda a lavar la ropa y nos ahorra un tiempo precioso. Pensamos en nuestras abuelas, que solían limpiar la ropa a mano, utilizando las grandes cubetas o tinas de lavado comunales en casa. No tenían detergentes, sino que utilizaban productos naturales como la ceniza.

Sin embargo, hoy las lavadoras hacen todo el trabajo por nosotros. Sólo tenemos que poner la colada en el tambor, elegir el programa adecuado, poner el detergente en la cubeta de lavado y pulsar un botón. Nada podría ser más fácil.

El lavado de la ropa no sólo es necesario para quitar las manchas, sino también para eliminar los gérmenes y las bacterias que son perjudiciales para nuestro organismo. La ropa interior, por ejemplo, pero también la ropa de cama. Están en contacto con nuestra piel y deben ser higienizados a fondo y correctamente. Pero cuando lavamos nuestras sábanas en la lavadora, a menudo nos encontramos con que están enredadas y hechas una bola junto con otras telas al final del programa. Esto da lugar a arrugas, pero también a resultados de lavado insatisfactorios.

Pero, ¿cómo resolver el problema? Las sábanas son muy voluminosas, por lo que debemos lavarlas siempre solas, evitando mezclar toallas y albornoces. De hecho, si llenamos demasiado el tambor, podemos correr el riesgo de no lavar bien la ropa y no permitir que se aclare correctamente. También debemos intentar colocar las hojas en el tambor de forma ordenada. Deben estar bien colocados o doblados como un abanico, pero nunca enrollados. El ciclo de centrifugado también juega un papel muy importante. Una velocidad de giro demasiado alta tiende a agitar mucho las hojas y a provocar enredos. La solución es reducir el número de revoluciones. A continuación se explica cómo evitar que se enrede cuando se utiliza la lavadora.

Cómo utilizar el secador

¿Quién no se ha encontrado con sábanas en la secadora enrolladas y hechas una bola con el resto de la ropa? De hecho, durante el movimiento de rotación tienden a abarcar todas las demás coladas. Para tratar de evitar esta molestia, podemos poner en práctica algunos trucos realmente eficaces. En primer lugar, intentemos no llenar el tambor, sino sólo introducir nuestras hojas. Luego podemos añadir algunas bolas de lana. Éstas estirarán el tejido, evitarán las arrugas y evitarán que las sábanas se enreden.