Si estar rodeado de manchas y desorden ya es suficientemente malo, no es más reconfortante pensar en cómo solucionarlo. Nada es fácil, o eso parece: basta con pensar en la limpieza del baño, una guarida de gérmenes, bacterias, pero también y sobre todo de malos olores.

Igualmente difícil de desengrasar y perfumar es la cocina, que se divide entre las manchas persistentes y el olor a verduras hervidas o fritas. Y luego están los suelos: si tienes superficies de parqué o mármol, seguro que no lo tienes fácil, porque además de lavarlos, tienes que pulirlos.

A lo largo de los años, los expertos en limpieza han desarrollado sin duda estrategias y han investigado todos los métodos posibles para conseguir los resultados deseados. En cualquier caso, tomar nota de algunos trucos de repuesto nunca está de más.

Por ejemplo, es probable que nos sintamos seguros a la hora de poner la lavadora, porque después de años dominamos las centrifugadoras y las graduaciones. Pero a menudo los blancos o los colores no son tan brillantes como nos gustaría o la ropa no sabe tan fresca.

Solemos recurrir a trucos como el vinagre o el limón, pero estos ingredientes naturales bastarían para higienizar y perfumar la ropa. El primer truco que vamos a sugerir es probablemente poco conocido y consiste en utilizar extracto de semilla de pomelo. Es un auténtico desinfectante natural: deje la colada en remojo durante 15-30 minutos, añadiendo de 5 a 10 gotas en 4 litros de agua.

No te excedas prolongando el tiempo de remojo a una hora y, en cualquier caso, no olvides aclarar con abundante agua caliente antes de meterlo en la lavadora. Para higienizar y perfumar la ropa, bastaría con estos ingredientes naturales, pero no son vinagre ni limón.

Otro ingrediente con interesantes propiedades antifúngicas y antiolor sería el aceite del árbol del té, un aceite esencial con mil facetas. Suele utilizarse para calmar las picaduras de insectos o problemas dermatológicos como el acné o los forúnculos, pero también sería útil en la lavadora.

Podemos simplemente añadir 4-5 gotas al detergente normal o intentar hacer un desinfectante fácil de hacer. Basta con diluir una cucharada del aceite en cuestión en una botella de 1 litro de aguardiente y dejarla reposar durante una semana.

Después, ya está listo para ser utilizado para el lavado: la dosis recomendada sería de 1 a 2 cucharadas por cada 5 kg de ropa.