Así debes purgar el radiador para que caliente bien y evitar que aparezcan humedades

Es algo muy sencillo de hacer y también muy importante con la llegada de los meses fríos

radiadores

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Con la llegada de las bajas temperaturas, es crucial revisar y optimizar el funcionamiento de los radiadores y calefactores de nuestro hogar. En ocasiones, la acumulación de aire en los conductos de estos dispositivos puede generar una distribución desigual del calor, resultando en pérdida de energía y un aumento innecesario en la factura de electricidad.

¿Qué implica exactamente el proceso de purgado de radiadores? En esencia, se trata de eliminar las burbujas de aire atrapadas en el sistema, las cuales conllevan riesgos para el funcionamiento óptimo de los dispositivos de calefacción. Si bien muchos sistemas de calefacción modernos incorporan purgadores automáticos, existen otros que requieren un purgado manual. Estas burbujas de aire tienden a formarse durante la primavera y el verano, cuando la calefacción se encuentra en desuso. Por lo tanto, es aconsejable aprender cómo llevar a cabo este proceso antes de que llegue el invierno para evitar complicaciones.

El primer paso implica verificar si se escuchan ruidos de gorgoteo en los conductos del radiador. Si no se escuchan, toque la parte superior del radiador para determinar si está más fría que la parte inferior. Estos signos son indicativos de la necesidad de purgar el radiador, y es recomendable comprobarlos algunos días antes de encender la calefacción central para evitar sorpresas desagradables.

Una vez que haya confirmado que su radiador necesita purgado, siga estos pasos. Asegúrese de que la calefacción esté apagada antes de comenzar. Las burbujas de aire tienden a acumularse en la parte superior del radiador cuando está frío. Es aconsejable iniciar con el radiador más cercano a la caldera, ya que esto sigue el flujo natural del agua.

Luego, coloque un recipiente debajo de la válvula del radiador, ya que ahí es donde caerá el agua durante el proceso de purgado. Utilice un destornillador para girar la llave de la válvula. Al abrir el radiador, notará la salida de agua junto con el aire, que puede tener un olor desagradable debido al tiempo que ha estado atrapado. Cuando el agua fluye de manera uniforme y continua, esto indica que se ha eliminado todo el aire. Repita este proceso en todos los radiadores de la casa.

Si, a pesar de haber seguido todos los pasos, el radiador aún no emite calor de manera adecuada, es posible que el sistema en su conjunto no esté equilibrado. Para solucionar esta situación, es necesario ajustar los detentores, que son las llaves de salida de agua ubicadas en la parte inferior de los radiadores. Si una zona de la casa requiere más calefacción, puede cerrar un detentor en otra parte y abrir un poco más el situado en el área que necesita mayor calor. Esto ayudará a equilibrar el sistema de calefacción y garantizar un rendimiento óptimo de sus radiadores.