Cualquiera que haya tenido una chimenea o estufa de pellets en su casa durante algún tiempo sabe que la calidad del biocombustible, para generar calor en el hogar, es crucial. Y es que si la combustión no es óptima, se corre el riesgo de gastar dinero en madera sin calentar adecuadamente.

Además, cuando la leña no es buena en la chimenea abierta, se generan humos que son perjudiciales si se respiran. En este sentido, tanto para los troncos de madera como para los pellets, un parámetro que marca la diferencia es el poder calorífico. Cuanto mayor sea el poder calorífico, mayor será la eficiencia energética de la estufa o chimenea de pellets. Por lo tanto, analicemos más detenidamente este importante aspecto de cara al invierno. Entre la necesidad de calentar y los costes que hay que asumir.

Sobre el valor calorífico de la madera, hay que decir primero una cosa. A saber, que toda la madera sazonada y seca, apta para la chimenea o el sistema de calefacción de pellets, tiene siempre un alto poder calorífico.

Por ejemplo, entre las maderas con mayor poder calorífico, la madera de nogal es una de las que tiene mayor poder calorífico. Pero siempre y cuando, como ya se ha dicho, los troncos estén curados y debidamente almacenados. A este respecto, cabe señalar que la madera dura es buena para la chimenea cuando ha sido curada durante al menos dos años. Además, cuanto más pálida sea la leña en la chimenea, más seca y mejor curada estará. Esto garantiza un alto valor calórico. Esta lea la puedes encontrar en cualquier establecimiento de Leroy Merlin.

¿Cuál es el mejor biocombustible para las estufas de pellets?

De nuevo, basándose en el valor calorífico, ¿cuál es el mejor biocombustible para las estufas que se alimentan con pellets? En este caso, los mejores pellets para comprar son los de la clase A1. Eso cuesta más, pero proporciona un mayor rendimiento energético y menos cenizas que el biocombustible menos caro.

Al igual que el pellet de clase A2, que es de calidad media. Mientras que los pellets más baratos, pero más pobres, son pellets de grado B que, además, ni siquiera son adecuados para el uso doméstico. Por último, tanto si se trata de leña como de pellets, recordemos que, de cara al próximo invierno, los precios de los biocombustibles han subido con respecto al año pasado. Esto se debe al aumento de los costes energéticos.