La fórmula mágica para dejar tus persianas como nuevas sin volverte loco ni morir en el intento

Limpiar las persianas siempre supone un problema para los que se preocupan por la limpieza de su hogar

T. P. G.

Las persianas. Bendito elemento cuando nos quita la luz del día mientras dormimos, pero maldito elemento cuando toca limpiarlas porque acumulan mucha sociedad.

Las persianas son imprescindibles en los hogares españoles. Tanto o incluso más que las cortinas. Tan es así que muchos españoles las echan de menos cuando viajan al extranjero a países que no acostumbran a poner persianas.

Es un elemento imprescindible, sí; ¿pero cuidamos suficientemente su limpieza? Muchas veces dejamos el tiempo pasar sin tocar las persianas y, cuando nos queremos dar cuenta, están llenas de suciedad y mugre porque están muy expuesta sal exterior. Ocurre especialmente en zonas urbanas y de mucho tráfico, así como lugares afectados por contaminación. Cuando uno un día mira para ellas, las persianas ya son más negras que blancas...

Pero el problema es que, por su disposición y mecánica, no resulta del todo fácil limpiar las persianas. Por eso hay que intentar recurrir a las los consejos y trucos de expertos en limpieza.

Hay diferentes formas y métodos para conseguirlo. También hay aparatos que pueden suponer una descarga importante del quebradero de cabeza para afrontar la limpieza de las limpiezas de persianas. El caso es intentar hacerlo de la forma más ágil y menos tediosa posible y, por supuesto, sin jugarnos la vida en el intento.

¿Qué truco podemos utilizar para limpiar las persianas sin volvernos locos?

Una de las formas más eficaces ha sido compartida por "La fregona de Cris" en Instagram. Para aplicarla solo necesitas unos pocos elementos:

Agua

  • Un tapón de jabón de pH neutro, que "limpiará a fondo"
  • Un tapón de ácido cítrico, que "desinfectará".
  • Un "cepillo maravillas", que "llega a cualquier recoveco, a todas las esquinas, bordes de bañeras, raíles de ventanas...etc etc. Puedes apretar lo que necesites gracias a la forma de su mango"

Precisamente este cepillo ergonómico y fino es importante, para poder llegar a todos los huecos que quedan en los carriles entre las lamas. Esos dos ingredientes se mezclan con agua para mojar el cepillo y repasar la persiana. Luego solo queda pasar una bayeta para eliminar los restos.

Una fórmula casi mágica para el reto que supone dejar las persianas como nuevas.

Limpiar la persiana por la parte de afuera

Cuando tenemos acceso al exterior de la persiana, la limpieza es mucho más sencilla: bajamos la persiana de forma parcial para que las lamas queden abiertas y tengamos acceso a las típicas ranuras, donde se acumula la suciedad. Si no tenemos acceso al exterior de las persianas la solución tradicional es abrir el cajón superior donde se enrolla la persiana.