La razón por la que la gente echa sal en los zapatos por la noche: los deja como nuevos

Un truco increíble pero cierto

La razón por la que la gente echa sal en los zapatos por la noche: los deja como nuevos

La razón por la que la gente echa sal en los zapatos por la noche: los deja como nuevos / G-Stock Studio

M. R.

La sal gema es uno de los elementos que casi nunca falta en nuestros hogares. Sirve para dar sabor a la comida, ciertamente. Sin embargo, sabemos muy bien que esa no es su única función. De hecho, podemos utilizarlo de muchas otras maneras. Una de las más eficaces está sin duda relacionada con el periodo invernal que vivimos actualmente. Es una solución muy sencilla para eliminar uno de los problemas más fáciles de encontrar en el hogar. Echemos un vistazo rápido a lo que es.

Oro blanco. Así se definía la sal en la antigüedad. De hecho, además de aromatizar los alimentos, su función original era otra. Servía para preservarlos y prolongar su vida útil. Así, tanto su extracción como su transporte se hicieron indispensables. Para ello también se construyeron puertos y carreteras. Pensemos, por ejemplo, en la antigua Roma y en la Vía Salaria, que debe su nombre a este mismo elemento.

Hoy, cientos y cientos de años después, su valor ya no es igual al del oro, pero su importancia sigue siendo elevada. Es difícil encontrar una despensa o un armario de cocina sin sal. Incluso aquellos que tienen que tener cuidado al consumirlo debido a problemas de presión arterial seguro que tendrán un paquete de él. Probablemente incluso en casa de Amadeus, que ha renunciado a ella desde muy joven debido a una nefritis. Por si fuera poco, también puede utilizarse de otras formas. Todo muy útil y eficaz.

Pensemos, por ejemplo, en su función desinfectante. Basta con añadirlo a una solución de agua y vinagre blanco para obtener un limpiador de suelos eficaz. Capaz tanto de desinfectar como de pulir.

O, utilizando la misma combinación, podríamos devolver el brillo y el color a los tejidos. Basta con coger un barreño, dejarlas en remojo unas horas y, casi por arte de magia, veremos cómo nuestra ropa vuelve a su estado original.

Sin embargo, en otoño e invierno, aquí hay otro uso, quizá aún más importante. Pongamos unos doscientos gramos en un recipiente y coloquémoslo en los rincones más húmedos de la casa. De hecho, la sal es un potente deshumidificador natural. Por eso, podemos darnos el capricho de buscar los adornos más bonitos para sujetarlo y hacer que elimine uno de los problemas más antiguos y persistentes que tenemos en casa: el del moho. De hecho, nos ayudará a higienizar las habitaciones, haciéndolas menos susceptibles a las bacterias.

Si además añadiéramos una cucharada de bicarbonato de sodio, también podríamos captar los malos olores. No sólo en la casa, sino también, por ejemplo, en zapatos y zapatillas.

¿Qué ocurre si colocamos sal gorda en determinadas zonas de la casa especialmente expuestas a la humedad? Ayudará a combatirlo, evitando el moho y las incrustaciones. No valdrá tanto como el oro, pero realmente resolverá un gran problema y, en este caso, no importa si está yodado o no.