La ex tenista Arantxa Sánchez Vicario presentó en Barcelona sus memorias asegurando que el objetivo de escribirlas es no esconderse ni seguir «fingiendo» una relación inexistente con su familia. «Siempre he agradecido a mis padres su apoyo. Todos los padres hacen lo mejor para sus hijos. Sin embargo, conmigo han ejercido un control y una protección que me han anulado en muchos momentos cruciales de mi vida», dijo en la presentación de «¡Vamos!», en la que ha leído un comunicado sin aceptar preguntas.

Lamentó llegar al extremo de publicar en sus memorias la relación con sus padres y hermanos: «De las relaciones con mi familia no puedo hablar. Son mis abogados los que están haciendo su trabajo. ¿Puede alguna persona pensar que yo no quería resolverlo todo por las buenas y que se quedara en la familia? Lo he intentado con todas mis fuerzas».

Lamentó también el control de sus padres sobre su vida y ganancias, fruto de su laureada carrera deportiva, y se preguntó si su recorrido profesional de diecisiete años no es suficiente para demostrar su personalidad y capacidad para gestionar su carrera en el circuito: «Es ahí donde se gana el respeto y el reconocimiento de un profesional».

Sánchez Vicario añadió: «Os podéis imaginar lo doloroso que ha sido decidir publicar mis memorias, pero tenía una necesidad vital y no podía seguir simulando una relación inexistente». La ex tenista acusa a sus padres de dilapidar los 45 millones de euros que habría ganado en 17 años de carrera. «El mazazo que he recibido en los últimos meses me ha servido para despertar y vivir la peor pesadilla posible. Aún no soy capaz de entender qué me está sucediendo, que todo por lo que he luchado, que todo lo que he conseguido se ha esfumado sin más. Me lo dicen y no me lo puedo creer. ¿Cómo es posible que todo lo conseguido en tantos años haya desaparecido, no exista? Estoy convencida de que no puede ser cierto», afirma en el libro.

Arantxa narra su feliz matrimonio con el empresario Josep Santacana, con el que ha tenido dos hijos: «En cuanto conocí al que hoy es mi marido y padre de mis hijos, Arantxa y Leo, toda la familia puso de nuevo en marcha los mecanismos que habían conseguido romper mis relaciones anteriores. Según ellos, ninguna de las personas que se han acercado a mí era lo suficientemente buena para que yo pudiera mantener una relación de afecto o simplemente amistad».

Decenas de operarios trabajaron ayer en los preparativos de la boda de Marta Ortega, de 27 años, hija del fundador de Zara, Amancio Ortega, con el jinete avilesino Sergio Álvarez, que se celebrará el sábado en el pazo que el empresario coruñés tiene en Anceis, en el municipio coruñés de Cambre. En los jardines del pazo ha sido instalada una enorme carpa que albergará a los invitados, de la que salen diversas ramificaciones para ubicar los servicios para atender la boda. Casi una treintena de operarios trabajaba en el interior del pazo de la familia Ortega para que todo esté preparado para el enlace. Se espera que los trabajos de acondicionamiento de la finca familiar se intensifiquen en los próximos tres días, tras semanas de frenética actividad en el pazo.