Las conclusiones obtenidas de la copia de la «Gioconda» del Museo del Prado permiten imaginar a Leonardo da Vinci en su taller, pintando a la «Mona Lisa», mientras uno de sus discípulos de mayor confianza ejecutaba, siguiendo los pasos del maestro, esta otra obra.

Desde el dibujo preparatorio hasta casi los últimos estadios, el discípulo, trabajando junto al caballete del maestro, repitió el proceso creativo en todos sus pasos, aunque sin pretender hacer pasar esta obra por la original que se muestra en el Museo del Louvre.

La restauración llevada a cabo en el Prado, en la que se ha eliminado el repinte negro que cubría el fondo y se ha recuperado el paisaje original, ha despertado gran interés entre los expertos y los medios de comunicación de todo el mundo, que llenaron el auditorio durante la presentación de la obra, que luce en su forma original en la sala 49 del museo.

Los estudios y la posterior restauración realizados por Ana González Mozo, del gabinete de documentación técnica del Prado, y por Almudena Sánchez Martín, restauradora del museo, evidencian un proceso paralelo de elaboración de las obras del Prado y del Louvre.

Las figuras son prácticamente iguales en dimensiones y formas, y cada una de las correcciones del dibujo original se repiten en la obra del Prado: la transformación del contorno de la cintura, la posición de los dedos, el contorno del velo y el de la cabeza, e incluso ajustes de los perfiles de las mejillas y el cuello. Los estudios sobre el «duplicado» permiten comprobar que el autor de la tabla dibujó los mismos elementos que Leonardo, incluso los que nos son visibles en la superficie pictórica. El Museo del Louvre pidió hace dos años al Prado que estudiara la copia con vistas a su exhibición en la exposición que el museo parisino inaugurará el 29 de marzo en torno a la obra de Leonardo «Santa Ana».

«Los trabajos han dado un resultado cuanto menos sorprendente», según Gabriele Finaldi, director adjunto del Prado, quien destacó la repercusión mundial que ha tenido el descubrimiento de que «la "Gioconda" francesa tiene una gemela en el Prado».

Procedente de las colecciones reales españolas, la obra del Prado «no tenía ventana ni paisaje. Los estudios permitieron descubrir su presencia y su buen estado de conservación. Vimos que podíamos quitar la capa sin peligro, y hacerlo fue una auténtica revelación».

Ana González Mozo coincidió con él al señalar que «la investigación no está concluida» y señaló que los resultados obtenidos constituyen una gran aportación para conocer el procedimiento de trabajo de Leonardo, así como el modo en que se ha realizado la obra original. La del Prado «parecía otra copia más de Leonardo», y ahora está considerada «la versión más importante de la "Gioconda" de las conocidas hasta el momento», señaló la investigadora.

Han pasado varios meses, pero muchos todavía tienen grabadas en la retina las imágenes de Scarlett Johansson posando desnuda en el cuarto de baño, unas fotos que fueron filtradas de su teléfono móvil y que en sólo unas horas dieron la vuelta al mundo. Ahora Scarlett ha vuelto a hablar en «Vanity Fair» contando por qué lo hizo y defendiendo su actitud.

La actriz no tiene previsto formar una familia, por lo menos, a corto plazo. «Criar a los hijos es un tema serio, el cambio climático también lo es. Hay mucha gente que no piensa. Ni siquiera sé si en el mundo habrá espacio para mis hijos».

Hace poco se supo que Johansson ya estaría pensando en escribir su obituario: «El otro día leí que alguien había escrito su propio obituario. Me parece que es una idea buenísima». Pasado y superado el escándalo de las polémicas imágenes desnuda, Scarlett ha vuelto a explicar que se las hizo ella misma y que eran para su ex marido, Ryan Reynolds, hace hora tres años. La actriz ha vuelto a defender su actitud: «No tiene nada de malo. No es que es tuviera grabando una película porno, aunque eso tampoco tiene nada de malo».