Fue lo más comentado de su reaparición en la presentación de la Fundación Mujeres por África. La nueva imagen de la ex vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega copó todos lo titulares y ha sido inevitable que se preguntase sobre si su rejuvenecido look se debe a un cambio de hábitos o a la obra y gracia del bisturí.

Una revista ha entrevistado a la ex política y por primera vez ha hablado de su comentadísimo físico. Tras abandonar su puesto en el Ejecutivo De la Vega reconoce que sus hábitos han cambiado y ahora son mucho más saludables.

La propia María Teresa reconoce: «Es verdad que estoy mucho mejor, y que me he recuperado poco a poco en estos 12 meses, tras casi siete años de trabajo intensísimo, dormir poco, no descansar nada y tener muchísima responsabilidad».

Su ajetreado ritmo de vida siendo la mano derecha del ex presidente del Gobierno causaron estragos en su apariencia. De la Vega afirma que «eso se termina acusando físicamente. Ahora me cuido más, como y duermo mejor. He ganado algunos kilos, que en un persona de mi estructura se notan muchísimo». Ante la inevitable pregunta de si ha recurrido a la ayuda médica para mejorar el estado de su cutis, la política zanja los rumores apuntando: «Se ha especulado con todo eso, pero no es cierto».

De la Vega además confiesa que se ha asombrado y decepcionado con la desmesura con la que se ha tratado su cambio de imagen. «Me ha sorprendido y, si me apura, le diré que estoy un poco triste. Sorprende que ante un proyecto de enorme importancia que ha suscitado gran interés social y muchísimo esfuerzo, se hable más de la anécdota o de lo estético; que el debate se quede, nunca mejor dicho, en una cuestión de piel, es un poco decepcionante. Es como la espuma de los días», comenta la ex vicepresidenta.

No obstante sigue habiendo quien discrepa de la veracidad de estas declaraciones de María Teresa Fernández de la Vega. El portal de internet Vanitatis sigue sosteniendo no solamente que sí se haya sometido a una intervención estética sino que además cuenta que dicha operación le habría costado 10.000 euros y que el médico que le atendió ha sido el mismo al que recurrió Elsa Pataky, Enrique Monereo.

Componer una silueta a la vez lujosa y contemporánea, con este objetivo el modisto Bill Gaytten creó su nueva colección Christian Dior para el otoño-invierno 2012-2013, en la que formas puras y tradición de la casa, es decir, la absoluta perfección, se vieron animadas por «un viento de dulce modernidad». Anunciaban estas ansias de futuro las notas entregadas a los invitados al desfile, que tuvo lugar en los jardines del Museo Rodin, de París, donde el evento volvió a provocar en la calle de Varenne y en sus alrededores el ya acostumbrado atasco monumental de limusinas de lujo, invitados y curiosos. El sucesor temporal de John Galliano al frente de Christian Dior creó una colección de colores pálidos, grises y tierras; de dorados, rosas, nude y beiges luminosos, pero también de negros y marinos.