Ana Frank, la niña judía que dejó testimonio en su diario de los años en los que permaneció oculta de los nazis junto a su familia en Ámsterdam, cuenta con su propia réplica en cera en el museo Madame Tussauds de Berlín. La figura muestra a la célebre adolescente, sonriente, delante de su diario abierto sobre el escritorio, en un entorno que recrea la pequeña habitación en la que se escondió de la persecución nazi. El gran éxito de la réplica en cera en la sucursal del museo Madame Tussauds de Ámsterdam ha llevado al museo berlinés a optar por exponer su propia réplica de la joven judía. Al acto de presentación en la capital alemana asistieron, además de alumnos de la escuela de Educación Primaria que lleva el nombre de la célebre niña, el director del Centro Anne Frank de Berlín, Thomas Heppener.