Oviedo / Madrid

Dolors Camats, portavoz de ICV en el Parlament de Cataluña, pidió ayer explicaciones al Rey por una información según la cual el Monarca habría recibido una herencia de 375 millones de pesetas, procedente de una fortuna de 728 millones que su padre, don Juan de Borbón, tenía repartida en tres cuentas de Suiza.

Hoy se cumplen veinte años del fallecimiento de don Juan de Borbón, padre de don Juan Carlos, víctima de un cáncer, y coincidiendo con la fecha se han conocido detalles de su testamento que inmediatamente han empezado a ser polémicos.

La líder izquierdista catalana cree que «el jefe de un Estado democrático del siglo XXI debería estar preparado y dispuesto a ser transparente» y considera que en el caso de que se confirme la información, el Rey habría defraudado a la Hacienda pública y, por lo tanto, no debería seguir en su cargo.

A su muerte, el padre del Rey dejó una fortuna de 1.100 millones de pesetas, que incluía 728,75 millones en fondos depositados en cuentas en el extranjero según la información publicada ayer por «El Mundo». La apertura de su testamento revelaría un legado compuesto por propiedades inmobiliarias valoradas en más de 350 millones de pesetas, incluyendo el chalé familiar en el lujoso barrio madrileño de Puerta de Hierro, un apartamento en la localidad portuguesa de Estoril y parte de un inmueble de oficinas en la Gran Vía madrileña.

El grueso del patrimonio lo constituían tres cuentas domiciliadas en Suiza: una en Ginebra y dos en Lausana. En total, cuentas más inmuebles sumarían unos 1.100 millones.

En ese contexto, ayer, Dolors Camats también ha pedido al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que informe en el Congreso de Diputados sobre si algún miembro de la Casa Real se ha acogido a la amnistía fiscal y que explique si el Gobierno tiene conocimiento de los datos que se han publicado.

De las tres cuentas indicadas, la primera, que los documentos consideran de usufructo, estaba depositada en Lausana. Era la número 28.668-2L4B de la S.B.S., siglas de la Société de Banque Suisse, y tenía 3.032,000 francos suizos. Su saldo a la muerte de don Juan era de 3.577.851 francos suizos pero poco después se retiró el equivalente a 50 millones de pesetas para la infanta Margarita por orden de su padre. El montante de la segunda, la cuenta corriente en Lausana, ascendía a 1.622.324 francos suizos y la tercera, denominada como cuenta corriente en Ginebra, contaba con 2.755.600 francos suizos. En total, 7.955.775 francos suizos que, al cambio de la época -91,6 pesetas el franco suizo, cuando se liquidó la herencia- suponían 728,75 millones de pesetas.

El aspecto más polémico de la información es la parte que le correspondió al Rey. Y es que don Juan Carlos heredó tres partidas de 2.500.000, 533.000 y 1.067.744 francos suizos que suman en total, 4.100.744 francos suizos, lo que al cambio de la época, hace veinte años, eran 375.628.150 de pesetas. Tres cheques por valor de estas tres cantidades fueron ingresados el 21 de octubre de 1993 en la cuenta 10031 de la firma Sogenal -Société Genérale Alsacienne de Banque-, en Ginebra.

Don Juan falleció en la Clínica Universitaria de Navarra, en Pamplona, el 1 de abril de 1993, tras un largo proceso canceroso, y dos días después se celebró en monasterio de El Escorial la ceremonia de despedida del conde Barcelona. Un acto en el que se pudieron captar las imágenes de don Juan Carlos visiblemente emocionado mientras doña Sofía intentaba consolarlo.

Pese a no haber reinado, don Juan Carlos quiso que los restos de su padre reposaran en el panteón de reyes del monasterio escurialense, y, de acuerdo con la tradición, se encuentran desde hace veinte años en la antesala de ese recinto -conocida popularmente como «el pudridero»- hasta que puedan reducirse para que ocupen la urna que los acogerá definitivamente.

El prior de la comunidad agustina de El Escorial en el momento del fallecimiento de don Juan, José Luis del Valle, explicó entonces que sus restos permanecerían en la antesala del panteón, en el pudridero, entre veinticinco y treinta años.

El testamento de don Juan, ahora conocido, incluye en segundo lugar, en cuanto a la cuantía del legado a la infanta Margarita, hija menor del fallecido. Le correspondieron el apartamento de Estoril y 1.335.289 francos suizos -122,3 millones de pesetas-, cantidad ingresada el 21 de octubre de 1993 en la cuenta número 10636 también de Sogenal, en Ginebra.

La hija mayor de los condes de Barcelona, doña Pilar, de 76 años, heredó 1.434.367 francos suizos -131,4 millones de pesetas-, convertidas en dólares y enviadas a la cuenta corriente 600-24-001 de J. P. Morgan en Nueva York. Por su parte, María de las Mercedes, viuda de don Juan, fallecida en el año 2000, tenía entre 120 y 130 millones de pesetas a la muerte de su marido.

El 14 de mayo de 1977, considerando instaurada y consolidada la monarquía en la persona de don Juan Carlos, fue cuando don Juan hizo efectiva su renuncia al trono en una ceremonia celebrada en el palacio de la Zarzuela en la que concluyó su intervención cuadrándose ante el Rey y pronunciando la frase: «Majestad, ¡por España!, ¡todo por España!». Recibió elogios unánimes por su sacrificio.