Raquel L. MURIAS

Tatiana Santo Domingo ha conseguido llegar a la casa real monegasca para quedarse, y además, lo ha hecho contando con el apoyo unánime de su familia política, algo que no parecía fácil a simple vista, dado que ella, hija de un magnate hispanoamericano, es una chica tan discreta como atípica y que parecía que no encajaría a la primera en el complicado puzle monegasco. Pero contra todo pronóstico, Tatiana ha logrado con su personalidad y su estilo ser una más dentro de la casa real de Mónaco, y eso que por lo general, la realeza no quiere compromisos con lo que ellos denominan «outsiders», es decir, gente de fuera de sus círculos.

Tatiana Santo Domingo tiene 29 años, su padre es la segunda fortuna de Colombia y puede decirse que la niña ha crecido entre algodones y sin privarse nunca de nada. Sin embargo, ni ella ni su familia mantenía contacto o relación con el círculo de la familia real monegasca. Nació en Nueva York y su formación académica la desarrolló en Europa, en París y Ginebra, donde estuvo internada en algunos de los colegios de más prestigio. Fue en París, en el Lycée Fontainebleau donde cursaba los estudios de secundaria, donde conoció a Andrea, su ahora marido y padre de su hijo.

Tras terminar su educación secundaria, Tatiana Santo Domingo continuó su formación y estudió Artes y Comunicación en Londres y Nueva York, además, ella también se ha forjado una carrera como empresaria siguiendo así la estela de su padre, que posee más de 140 empresas y entre ellas, es propietario de varios medios de comunicación. Dirige junto a Dana Alikhani una firma de ropa chic al tiempo que hippie, Muzungu Sisters, una firma que no se pueden permitir lucir cualquiera, ya que los precios de esta firma son bastante elevados por muy alternativa que sea la ropa. Fue durante esta estancia suya en Nueva York cuando coincidió con su actual cuñada Carlota Casiraghi, que le recordó que aquel chico rubio con el que había hecho buenos migas durante sus estudios secundario en París era su hermano Andrea.

Los jóvenes retomaron la relación de amigos y poco a poco su historia de amor fue tomando forma hasta convertirse en algo serio. Tatiana Santo Domingo, la chica de gran fortuna pero poco linaje, encandiló a Andrea y juntos han mantenido diez años de relación discreta que ha terminado en una boda de lo más atípica por la sencillez del evento.

Ella es una chica educada, elegante y muy reservada, no suele dejarse ver en actos públicos, salvo en aquellos en los que se requiere su presencia por «exigencias del guión monegasco» y mantiene cierta distancia con los medios de comunicación. Su suegra Carolina ha dicho de ella que es una chica «rica, guapa y educada», así que parece que lo del linaje se le puede perdonar y más dentro de la familia real monegasca donde ha habido de todo, hasta trapecistas de circo...

En 2010, Tatiana Santo Domingo fue elegida como la mujer más elegante por la revista Vanity Fair con la que ya había trabajado anteriormente, una categoría que sólo se puede permitir ella, la mujer que se casó en zapato bajo, melena al viento y vestido estilo hippie, pero que supo encandilar a la familia monegasca sin hacer mucho ruido y sin dar ningún escándalo, algo que quizá vale mucho más que pertenecer al «circulo», ese sitio donde más de uno ha salido rana.