Los hermanos asturianos Kiko y Javi Prada reivindican el cine fantástico y de terror hecho en España desde los años 60 en su documental "Queridos monstruos", proyectado ayer en la sección "Panorama fantástico" del Festival de Cine Fantástico de Bilbao. El documental, de 77 minutos y realizado a lo largo de cuatro años con sus propios medios económicos, habla del cine de terror hecho en España mediante entrevistas con sus protagonistas y pequeños fragmentos de algunas de las películas.

Entre los personajes relevantes del género español que aparecen en el trabajo cinematográfico están figuras legendarias de la industria como Jess Franco, Javier Aguirre y José Ramón Larraz, y personalidades actuales como Nacho Vigalondo, Paco Plaza y Carlos Vermut.

Los jóvenes realizadores gemelos asturianos señalaron en un coloquio con los aficionados bilbaínos que decidieron reivindicar el cine de terror hecho en España, género "muchas veces denostado", cuando coincidieron en festivales de cine con directores como Jesús Franco y empezaron a pensar que "esta gente tiene mucho que contar y nadie había reparado en ello".

"Entonces decidimos hacer una película sobre esto contando tanto con los pioneros del género como con los realizadores actuales", explicaron.

La mayor dificultad que han afrontado para llevar a cabo su proyecto ha sido la de hacerse con fragmentos de las películas de las que se habla en el documental por las exigencias de los derechos de autor.

Reconocieron que se trata de un trabajo "amable" con el género español porque han considerado que "otros ya han sido bastante canallas; entonces, ahora hay que ponerlo en un pedestal".

Con lo que sí han sido muy críticos, señalaron, ha sido con la llamada "ley Miró" del cine español, que elaboró en 1983 la cineasta Pilar Miró cuando ocupó la Dirección General de Cinematografía en el primer Gobierno del socialista Felipe González.

La ley intentó impulsar la cinematografía española mediante ayudas económicas previas al rodaje para películas españolas, que podían llegar a cubrir el 50 por ciento del coste total del filme, y estableció una cuota de pantalla del 3 por 1 (proyectar una película española por cada tres extranjeras en las salas de exhibición españolas).

Los hermanos criticaron la ley al considerar que lo que hizo fue "premiar a los 'autoretas' (en referencia al llamado cine de autor) antes que a la industria" del cine español, en general, y del de terror, en particular.

Los Prada comenzaron su andadura cinematográfica en 2004, con el premio obtenido en el 42.º Festival de Gijón "No nos cuentes películas, ¡hazlas!". Su primer largometraje documental, "Vicente Aranda, 50 años de cine", fue candidato a los premios "Goya" 2014 en siete categorías.