"Me las ingenié para ser actor porque no quería trabajar. Prefería vivir", afirmó ayer en Cannes Gérard Depardieu, que se mostró natural y directo, como suele, aunque más comedido que en otras ocasiones y sin querer meterse en polémicas políticas. Depardieu presentó junto a Isabelle Huppert el filme "Valley of Love", de Guillaume Nicloux, en la competición oficial de Cannes, una película que supone el reencuentro de las dos estrellas francesas 35 años después del filme "Loulou" de Maurice Pialat.

Fuera de concurso se presentó la nueva película de animación "El principito", dirigida por Mark Osborne y que cuenta la historia de una niña cuya madre ya ha planificado cada minuto del futuro de su existencia, encaminada a obtener el éxito.