Seguir el ejemplo del activista recientemente fallecido Pedro Zerolo y luchar por una igualdad desde la infancia. Ese fue el doble objetivo que ayer se marcaron los representantes de la asociación Xega -Xente Gai Astur-, durante la celebración del Día del orgullo ciudadano. Un festejo que llenó de banderas multicolores la ciudad de Gijón y que reivindicó los derechos de "la minoría más mayoritaria". El de Zerolo no fue el único nombre propio del día. Los representantes de Xega quisieron rendir además homenaje a Monserrat Magnien, la madre de la niña que se quitó la vida en Gijón víctima de un acoso con connotaciones homófobas.

Todos los portavoces de los colectivos incluidos en el movimiento LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) coincidieron durante los discursos que pronunciaron este año por primera vez en el Ayuntamiento de Gijón y también, como novedad, ante todos los grupos políticos de la ciudad, en la necesidad de avanzar en políticas de integración. Un progreso que la presidenta del Instituto Asturiano de la Mujer, Carmen Sanjurjo, se comprometió a conseguir gracias a la ley de igualdad de trato que impulsará en los próximos meses el gobierno asturiano. "Tenemos que llegar a una sociedad donde cada persona viva su libertad erradicando estereotipos y combatiendo la homofobia", argumentó Sanjurjo, tras la que intervinieron representantes de todos los partidos.

Este año Xega quiso criticar con la entrega de su ladrillo rosa la actitud del colegio Santo Ángel de Gijón, al que acusaron de "no hacer nada a pesar de conocer el caso de la niña que se suicidó víctima de acoso". En el otro lado de la balanza el colectivo situó a Monserrat Magnien, la madre de la joven, que fue premiada con el triángulo rosa y a la que definieron como una persona "tenaz" que consiguió "que las responsables del dolor que había sufrido su hija pagaran por lo que habían hecho". "La sentencia es discutible pero al menos la hubo", dijo Diego Rendueles, de Xega Joven.

Tras el acto la Alcaldesa Carmen Moriyón salió al balcón del Ayuntamiento con los responsables de Xega y la transformista Londra. Bajo ellos, la bandera del arcoiris que desde hace días luce en la fachada del consistorio. "Nos hemos visto desbordados de las peticiones de uno de nuestros símbolos más reconocidos pero no podemos quedarnos en eso", aseguró Mané Fernández.