El nieto de la reina Isabel II y segundo en la línea de sucesión a la Corona británica, el príncipe Guillermo, comenzó ayer su nuevo trabajo como piloto de ambulancias aéreas en el sureste de Inglaterra. En febrero aprobó el examen para la licencia de piloto de Transporte Aéreo, donde desde el mes de marzo tuvo que someterse durante varios meses a un entrenamiento que incluía simulador, aeroplano y habilidades en vuelo. Esta será su ocupación principal, aunque seguirá cumpliendo sus labores y compromisos reales. Como cobra un sueldo por su condición de príncipe, destinará este salario a una ONG. Estará sujeto a turnos de trabajo y horario nocturno. Sus labores incluyen trasladar a los hospitales a pacientes con emergencias médicas, enfermos o accidentados.