Científicos sudafricanos han detectado restos de cannabis en pipas de tabaco encontradas en el jardín del dramaturgo británico William Shakespeare (1564-1616), en Inglaterra. Se analizaron 24 pipas. Dos contenían restos de hojas de coca -ninguna de ellas procedente del jardín-, una tenía residuos de nicotina y ocho de cannabis. Para el autor, Shakespeare conoció los efectos nocivos de la nicotina y pudo preferir cannabis para estimular la mente.