La aparición de catorce fotografías inéditas de la boda de Diana de Gales con Carlos de Inglaterra ha conmovido al público británico y ha devuelto a las primeras páginas de los periódicos a la princesa, fallecida en 1997 en París cuando era perseguida por los paparazzis.

En una semana en la que el palacio de Buckingham ha alertado del acoso de los fotógrafos al príncipe Jorge, Lady Di ha compartido protagonismo en los medios del Reino Unido con el primogénito de los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, de 2 años, que habría sido su primer nieto.

La imagen de Diana ha reaparecido en una serie de instantáneas que retratan los momentos más íntimos de su enlace con el heredero al trono británico, el 29 de julio de 1981, y que muestran la espontaneidad y ternura de la princesa.

La colección de retratos, que quedó descartada del álbum oficial de los recién casados, se tomó en el palacio de Buckingham durante la recepción de la boda y tras la ceremonia religiosa que se celebró en la icónica catedral de San Pablo en Londres, informó la casa de subastas RR Auction, que sacará a la venta las fotografías el próximo 28 de septiembre en Estados Unidos.

Las imágenes tomadas por Patrick Lichfield, único miembro de la familia autorizado a retratar de forma extraoficial a los príncipes, fueron entregadas al asistente del fotógrafo como recompensa por su trabajo ese día, y han permanecido guardadas durante 34 años.

Al mismo tiempo, un nuevo libro habla de la compleja relación entre la princesa de Gales y la reina Isabel II. La nueva biografía, escrita por Ingrid Seward, desvela algunas supuestas conversaciones que tuvo la reina tras conocer el fatal accidente. "¿Diana ha tenido un accidente? Alguien debe haber engrasado los frenos", dijo, según Seward, la reina.