Taylor Swift, estrella indiscutible del panorama musical, se convirtió este fin de semana en la reina del espectáculo en vivo. El escenario, el Staples Center de Los Ángeles, donde la artista recibió una visita inesperada, la del jugador de la NBA Kobe Bryant, quien venía a anunciarle una espectacular noticia: que iba a conseguir llegar al cielo de la cancha de los Lakers a modo de bandera que la reconoce como una de las estrellas con más conciertos agotados en dicha sede.