El actor Rafael Álvarez, "El Brujo", reivindicó el entretenimiento, pero también la belleza del teatro, y agradeció haberse dedicado a una profesión que considera que "hace la vida más inteligible y digna de ser vivida". "El teatro es un instrumento adecuado para entender la superior ley de la vida", dijo tras recibir en el palacio de la Magdalena de Santander el VIII Premio "La Barraca" de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo por su "brillante y fructífera" contribución a las artes escénicas.